¿Quieres ser feliz?
Ten calidad de vida y
estabilidad mental.
¿Y esto qué es?
Esto es, actualmente,
fresas para los cerdos o guantes para los pájaros.
¿Por qué?
Porque aquello que no
tenga peso y volumen es de por si algo insípido en la comida de la
vida.
Hablar en estos términos
es una autentica locura y un ejercicio de marginación.
¿Quién se preocupa por
estos conceptos no barajados actualmente con el fin de la felicidad
y realización personal?
Nadie sino se pueden
tocar.
Hablemos de coches, de la
apariencia física, de la bellos labios, del brillante diamante, de
la risa fácil, de la preocupación mínima, de mis casas, del engaño
del dinero, de la mentira de lo puesto, del disimulo, de la falsedad
y otras muchas cosas que son defectos y motor del mundo actual.
Ahy¡, si alguno se nos
ocurre, aquí y ahora, España siglo XXI, hablar sobre lo fundamental
que es el tener un equilibrio mental para disfrutar de tu persona y
no esconderte en los divertimentos que te imponen los demás.
Vivir sin pensar te piden,
aceptar solo lo que te muestren.
Si en tus razonamientos
vas mas allá buscando una explicación que alcance algún filamento
espiritual, vital, de tu persona, la mirada colectiva se posicionará
detrás de una sonrisa de ternura frente al perdido.
¿Felicidad?, ¿queréis
felicidad?, si no pensamos en nosotros y en nuestro equilibrio será
imposible.
Nos guste o no, nos
diferenciamos de los chimpancés por nuestra capacidad de contemplar
el mundo y meditar sobre él, observar nuestro interior y
reflexionar. Los simios también disfrutar con el placer procurado a
sus sentidos; con un platano unos y con una cigala los otros. El
resultado es, exacta y concretamente, el mismo.
Mis errores son máximos,
pero no ahora.
La razones por la cual he
llegado aquí, pueden ser tres, o bien mis pocas posibilidades a los
bienes materiales, o bien mi educación, o bien, y atentos, a mis
genes.
Sean cuales fueren, ahora
ya no puedo volverme atrás y tengo muy asumidas mis palabras pasen o
vengan cambios a mi vida.
En ocasiones tiemblo ante
la tentación de ponerme el pasamontañas, esconder mi razón y
comenzar a comer plátanos sumergido a través de mi ignorancia en el más completo error.
El siglo XXI está lleno de chimpancés con pantalones de tela.
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