El
tiempo cae con el atardecer
mientras
las últimas aves de mis pensamientos
escapan,
vuelan y se ponen
con
el sol por el lejano oriente
Al
hundirse en la línea de mi vista
mi corazón y
sentimientos despegan
entre la
incomodidad y sinrazón
de
eso que no tiene que ser y que fue.
En
esto, llega el tiempo real con la sucesión de acontecimientos
amanece
y el raciocinio ataca e invade
las
lineas de poesía caen en,
el
orden, la clarividencia y la desavenencia.
Dejadme,
por favor, arar las tierras de mi corazón.
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