sábado, 26 de julio de 2014

EL VUELCO A LA EDUCACIÓN

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La ruptura con la formación habitual que se aplica con generalidad tiene que cambiar radicalmente.
Tratamos de formar especialistas tremendos y se olvida con asiduidad enseñar a pensar y a educarlos para ello.
La formación de seres humanos en toda su dimensión primera, se pone en segundo lugar, tras la adquisición de determinados conocimientos puntualizados.
El objetivo no es obtener jóvenes, ellos y ellas, con una madurez y capacidad de actuar, sino que se sepan de memoria todos los ríos principales del país.
Me pongo a dividir y a multiplicar buscando las formas y maneras de hacerlo, y caigo en el túnel de las confusiones ante que asignaturas valen, o cuales o cómo o cuales habría que introducir.
El estudio y tratamiento sería largo y costoso, pero posible.
Es posible ordenar un sistema didáctico en el cual se busquen de manera palpable y visible otros objetivos a los actuales.
Técnica y especialización, sí, mucha, pero al final, sobre gente culta y formada.
Y con la consecución de este razonamiento, viene su imposibilidad, sin cambio de la actualidad.
Para llevar a acabo la correcta educación de las personas, se debía de alargar las años que son por obligación aquí, en, en mi caso,  España.
Esto traería, sin la más ni menos duda, una mejoría en todos los sentidos.
Pero, como comentaba antes, la necesidad de trabajo de los jóvenes en unas casas o la insuficiencia estatal para ello, hacen en estos momentos difícil el asunto.
Aun así, la solución y salida es la educación, pero ademas, volteando la que se da y se ofrece en estos momentos.
En primer lugar, los grupos, ordenes y temporalizaciones cambiarían.
Primero, formación física y, en mi caso, un gran control y dominio del Español, en una segunda etapa, Matemáticas, Física, Historia e Idiomas, en el tercero, la primera especialización general, Ciencia o Humanidades y el cuarto nivel, las especializaciones especificas.
A bote pronto, y lleno de correcciones, ésta podría ser la dinámica.
Pero y aquí viene la conclusión, todo buscaría el nivel alto de cultura de los estudiantes. Y después, su punto de aplicación personal.
Una sociedad supertécnica, está condenada al aburrimiento.
Es la despersonificación y la perdida de identidad formativa.
Se pierden en su especialización cuando salen de ella.
La amplitud de horizontes y el progreso implica una mente abierta y versátil.
No tiene sentido saber una enormidad de algo puntual y perderte en trocitos pequeños de todo lo demás.
La ignorancia aumente si el saber inmenso se acota en pequeños campos.
Fiel creyente en la educación correcta de los ciudadanos como tal y cultos, es la solución a todos los problemas sociales.

Es más, voy más lejos y pienso que no hay sistema como tal solucionable, es decir no hay estructura que sin la absoluta y sincera colaboración de los ciudadanos pueda funcionar.

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