sábado, 20 de octubre de 2012

LA BÚSQUEDA




            Es lucha histórica  como llegar a ella.

            Ésto, ya aceptado, es rechazado con violencia por algunos.

            Lo normal, lo razonable, tiene un comienzo y antes se actuó fuera de ello.

            El problema se refleja y comienza en definir cual es el camino. Ver, si la razón nos lleva a la dirección donde vive la verdad.

            El pensamiento mítico de Homero gobernaba el mundo con fuerzas personalizadas.

            Sócrates suelta a la razón que cose los retales de la vida con entidades abstractas.

            Jesús, diviniza nuestro mundo.

            La Ilustración nos enseña que la razón es el camino y método correcto.

            Hegel es encarcelado por la lógica.

            Nietzsche se rasga la túnica y detesta y denuncia la sumisión a la nada.

            Sartre nos lleva a la angustia cuando el primer empuje producto de la razón se queda sin fuerza y la explicación para.

             Así fue y ha sido en la historia del pensamiento.

            Las tornas comienzan a cambiar ante la dificultad de sentir satisfacción, coherencia y serenidad en nuestros razonamientos con nosotros y de nosotros.

            Nos movemos entre el desorden pasional de las personas y el orden lógico impuesto por la razón.     

            ¿Cómo hacer que la razón no nos vacíe ni con la pasión nos invada el descontrol?

            Dificultades e imposibilidades hay muchas, de hecho es un asunto inherente a nuestra realidad en la que, y por esencia constitutiva, la perfección no existe.

            Y  en este asunto la dificultad se eleva a la potencia.

            Quizás, y sólo quizás, la solución esté en la Iliada.


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