lunes, 1 de octubre de 2012

PARTE CONFORMANTE NO MATERIAL





I

El problema será las consecuencias, pues el hecho es evidente.
¡Temblad, duros materialistas!
Si el cambio en el estado anímico es producto de un razonamiento o acto de voluntarismo y no concurre ningún factor externo diferente de la normalidad la ratio de la división es el alma.
Sólo nombrarla produce atención y espera.
El asunto será decidir el orden de los factores. Andaba  buscando ejemplos  altos y profundos, pero un máximo ejemplo y descripción está en el abandono de vicios.
Aquí,  tiene que haber un primer movimiento absoluto que no sea consecuencia de ningún otro y por tanto el principio.
-          Sí, aquel día dejé de fumar, encontré fuerzas- nos ha dicho alguien alguna vez.
Podemos establecer unas circunstancias en el estado mental que decidan o que influyan en tus estados. Tranquilidad que calma el funcionamiento nervioso de tu cuerpo y esto proporciona placer. Pero cuando decido dejar de fumar, independientemente del triunfo del hecho, hablas sin ningún elemento más de actuación, que tu alma.
Es un tema importante y definitorio. Si tuviéramos consciencia del estado hilemórfico, todas las construcciones humanas actuales serían diferentes.
 Es un hecho mal aceptado, olvidado, ignorado o suprimido.
Hago ciencia empírica, no filosofía clásica. Hablo con datos y experiencias empíricas propias. Las conclusiones Religiosas es un asunto diferente.
¿Dónde está la voluntad?, ¿es una carga eléctrica?, ¿los polos conductores de este estado eléctricos son consecuencia de casualidades materiales desprovistas de toda intencionalidad?
Entiendo que hay que buscar un principio decisorio fuera de las conexiones.
Partimos de la base que las personas somos seres libres y voluntariosos. El ejercicio de ambas facultadas también entra dentro de la problemática.
Pero, vayámosnos a un ejemplo alegórico pero real y explicativo.
Una persona enamorada de la otra. Se acababan de conocer y ya se habían besado. Al mes de comenzar su relación, ella, digamos, recibe una oferta de trabajo en la investigación de un artefacto modernísimo. Ella es ingeniera. Así pues y con esto, imaginémosnos a la dulce Carla pensando en Andrés y en la aventura donde se realizaría como persona. Atardecía y cayendo el sol en la lontananza, Carla, pensaba, sentía, soñaba escuchando a su corazón y su cabeza. Pasados tres días, cogió el avión, cruzó el mar y se incorporo al trabajo que le ofrecieron.
Y digo, ¿la decisión de Carla es producto de un razonamiento?, ¿debo de entender por tal una disposición y desarrollo entre las sinapsis neuronales?.
La decisión es producto del estado mental en cuanto que se comienza a actuar en consecuencia y el cerebro actúa con felicidad afectando a zonas cerebrales, pero ¿las situaciones que traen este estado mental que ve o reconoce la decisión son accidentales?
No, la disposición no es material.
Igual me da en la decisión amorosa que la decisión preventiva.
Relajarte sí, pero el decidir hacerlo no.
Cuando decidió irse, Carla, fue un acto voluntarioso en el cual no actuó ninguna razón material. No se movió ni un electrón para formar su decisión.
Las consecuencias de aceptar  nuestro componente espiritual, son tremendas.
El cambio sería radical y más en esta sociedad a nivel mundial que se está imponiendo en siglo XXI.
Quiero pensar e imagino el aceptar como un hecho normal nuestra parte espiritual que está situada por encima de las circunstancias materiales y puede actuar sobre ellas.
Hasta ahora el reconocer y aceptarlo sin pertenecer a un culto, no es aceptado y visto como una extravagancia en las opiniones de aquel.
II

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