Estamos claramente acondicionados por la contaminacio en y de nuestro sistema anímico y sentimental.
Ahora quitemosle el significado negativo de contaminacion y comprendamoslo como que vivimos lnmersos en un mundo de realidades sublimilares que están ahí, actuando, pero de las que no somos conscientes.
Aquella mañana me sentía feliz y contento y me preguntaba por qué. El por qué era un tanto desganado por su sencillez. Mi alegría venía marcada por la inclinación y grado de los rayos de la luz solar que en ese momento incidían en el jardín del trabajo Según la longitud de onda, el brillo e intensidad será diferente y tu asociación de ideas, sin conducir, te llevará, digamos a aquel atardecer, en primavera.
Estamos influidos por situaciones espaciales y acústicas que nos mandan, transportan y llevan a otros lugares.
Tenemos reminiscencias del pasado.
A los que si tu razón no va, el corazón acude en vuelo directo.
Así, estamos sometidos a una serie de estímulos en tus rodalías, que te rodean y actúan sin que seamos consciente de ello. Nuestro subconsciente es influido por recuerdos amagados y estimulos disfrazados, que nos lanzas a todo lugar y a cualquier hora.
Si que es verdad y cierto que nuestro sistema anímico, diferente en los distintos días, nos lleva a sentir, sufrir o disfrutar en mayor o menor medida estos elementos.
Hay días en los que los truenos de la tormenta no los oyes y otros en los que el leve suspiro del que viaja a tu lado, te rompe el corazón
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