miércoles, 14 de agosto de 2013

EROSIÓN PSICOLÓGICA EN LA JUVENTUD


            No somos conscientes de la erosión psicológica que las circunstancias actuales realiza con nuestros pensamientos.
            La impersonificación del sistema imperante, es propia y constitutiva.
            No estoy hablando de tendencias ideológicas, sino de elementos psicológicos.
            La falta de seguridad como erosión psicológica es un resultado propio de lo que hablo.
            Cuando una persona pasa bastantes años detrás de unos objetivos no conseguidos siempre surgirán preguntas más o menos internas e intensas sobre su capacidad de hacer y actuar. En definitiva sobre su validez como persona.
            La pérdida de esperanza sobre el futuro no se queda en una expresión exterior pues también afecta y malforma la concepción propia del individuo. 
            Es, en la juventud, en las edades primeras de convivencia social a nivel laboral donde éste hecho se cristaliza. Aquellos que empiezan proyectos sea del tipo que haga y no los pueden llevar a cabo, como muchos otros, no sólo produce un desengaño exteriorizado, sino que también va carcomiendo la propia seguridad en la capacidad para hacer.
            Hay una gran tendencia a aludir y personificar el fracaso, sea en el campo que sea y no concienciar que la validez de la persona es, tal y como está constituida la sociedad totalmente indirecta a tus características valorativas.
            Uno acaba siendo lo que es, cierto, pero ello no quiere decir que lo que seas, sea lo que tienes o dónde llegues.
            Puedes ser una persona treméndamente creativa y válida, sin triunfar en el ámbito social-económico que dependen de muchas características y otros valores de una mínima importancia en tu persona.
           La solución estriba en tener la conciencia de lo que imponen, el grado, la totalidad las circunstancias siendo la solución  la conclusión del valor de la persona está por encima de ellas.
            El juego constitutivo de la riqueza material en la sociedad actual no es causa directa de tu validez como persona. No digo que el que triunfa no se lo haya merecido, pero hay otros que no triunfan que son muy válidos y unos que hay triunfado que son bazofia. La sociedad promueve unas características a cumplir no basadas en criterios humanista.
            Esta concienciación de la validez o valoración de tu persona por encima de las circunstancias actuales de este mundo en el cual la validez del individuo que sometido a unos mecanismos que poco tienen que ver con esta idea, es clara y evidente.
            La tortura psicológica a la que están, estáis, sometidos los jóvenes ante la imposibilidad circunstancial de poder demostrar su validez en muchos campos, arrastra al que no es consciente de esto al agujero de la desolación psicológica.

            

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