viernes, 18 de octubre de 2013

INDEFINIBILIDAD (En la noche sin sueño)



Es un hecho  demostrado y palpable que nuestra visión sobre la realidad está directamente relacionada con el estado anímico en el que nos encontremos
Ante esta verdad me surgen la siguiente  cuestión reflejada en la pregunta sobre cual es la situación correcta y real.
No me vale el absurdo  que es  lo mismo pues ¿de qué  hablamos?
La realidad sólo existe y es en nosotros. Nos es absolutamente indiferente el noumeno del cual nunca sabremos nada pues solo tenemos el fenomeno, es decir, lo construido por nuestra mente para juzgar y definir lo que me rodea.
Por lo tanto, ya no es un asunto trivial el saber donde está  la realidad en aquel antes o después.
El mundo no existiría sin una mente que lo observara y todas las construcciones que ésta hace  son la realidad.
Y estas construcciones varian y cambian y someten al sujeto a unos cambios esenciales.
¿Cómo calcular entonces es valor de la vida?,¿ será posible ser objetivo?, no.
No hay ninguna manera científica de evaluar
la vida desde el principio que ninguno tenemos una visión que tenga una validez sobre la otra.
En  lo único que podemos ser algo objetivos y por formalidad será cuando actuemos por consenso.
Y vuelvo al principio y digo que si nuestra visión está  constantemente variada por los estados anímicos entramos en una individualidad y subjetivismo inaceptable para algunos.
Ahora bien, mi libertad se dispara y me lleva allá  donde nunca pensé que lo iba a hacer.
Nuestra concepción del mundo es propia e individual  y respetando a tus congeneres tenemos la libertad de encontrar la continuidad allá  donde consideremos oportuno.
Nadie sabe ni sabra nunca cual es la realizacion propia del ser humano como tal, pues no hay donde buscarla.
Tengo mis creencias y preferencias, pero cada vez soy mas consciente de la poca universalidad que ellas tienen. Levanto el menton y me lo digo.
Que sepamos conducir todos correctamente, que todos cumplamos las normas de circulación, que no hayan accidentes ni atascos pero como única condición será que no nos digan donde llegar ni donde ir pues en la vida no hay ninguna carretera antes de que tú te subas en el coche.









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