La filosofía debe dejar de ser un
conocimiento de élite intelectual.
No debe realizar grandes y difíciles
razonamiento para la comprensión de aquello que sea.
La filosofía sólo tiene utilidad en
su comprensión general de toda la sociedad sin ser en ningún
momento conocimiento reservado a ciertas cualidades o calidades
intelectuales.
La ciencia, por defecto, sí que trata
con unos conocimientos que tienen igual sentido si sólo son
atendidos por un grupo de científicos en la construcción de una
tecnología que será disfrutada por toda la sociedad.
La filosofía en el recinto de los
estudios, escuelas, círculos y similares, pierde toda su razón de
ser.
La filosofía no está hecha para el
disfrute personal.
La filosofía no es un intento
estético.
Debemos de entender que el fin es la
comprensión general del funcionamiento de la realidad y este
descubrimiento, esta gran verdad si se diera, sólo tendría su
sentido en el momento en que fuera conocido y puesto en practica por
la totalidad.
La filosofía no es una ciencia
contemplativa de los privilegiados.
La filosofía debe de ser un
conocimiento al alcance de la mano de todos.
Y para que esto sea posible, ésta, la
filosofía debe de bajar de las nubes de los términos abstractos y
bajar a ras de tierra.
Es absolutamente inevitable, no aludir
a términos genéricos y supramateriales.
Para dar una correcta comprensión,
las alusiones a otros pensamientos también es necesaria.
Pero, todo esto, se puede hacer
utilizando un lenguaje y estructuras accesibles. Que las extrañas
palabras o vocablos no hagan a las personas huir de unas reflexiones
necesarias sobre nuestra propia persona y realidad.
He trabajado y admirado a diferentes
autores haciendo, ellos, Ontología. Un día traté de acumular los
términos técnicos que se utilizaron en este análisis y pensé en
la inutilidad de todo aquello.
Técnica, técnica, técnica, no.
Realismo sensitivo, sí.
Utilizando los adjetivos y adverbios
que se utilizan con cierta normalidad, las ideas más hetéreas y
sutiles se pueden explicar. Los conceptos más recónditos, pueden
alcanzar una realidad si se es capaz de metaforizar, ejemplarizar o
comparar con algún proceso actual.
Que se estudie filosofía, que se haga
filosofía y que se lea filosofía, pero aquella que sea asequible e
interesaste para toda persona aun sin ser de los que tienen
conocimiento y dar valor, no sólo a la belleza del pensamiento, sinó
a las repercusiones en la vida practica de la totalidad.
Si escribes filosofía, no etiquetes
las acciones, no busques sustantivos acumulativos, no imprimas
términos sin sentido para aquel que no hubiera leído y comprendido
ese termino en otros lugares. Hay que hacer absolutamente inmanente y
primera con lo que nos rodea.
Es complicado desligarte de todo lo
aprendido, olvidar todo lo ya reflejado en conceptos e iniciar el
camino de la filosofía desde el principio de este, es decir tu
pensamiento propio. Pero y además, no sólo es el comienzo y además
de tu pensamiento propio, sinó que además va dirigido a tus vecino
de tu casa y no a tus compañeros en los estudios.
No se puede empezar a esbozar ninguna
teoría resolutiva, negando cualquier pensamiento existente en la
historia de la filosofía. Ésta, está desligada del pasado en el
momento en que se empieza como opinión propia.
Divulgación, divulgación sí.
Especialización, especialización,
no.
Si la Filosofía deja de ser un
conocimiento al alcance de todos, pierde toda su utilidad y razón de
ser.
Pasmado y enamorado me he quedado
después de comprender los razonamientos lógicos en sus diferentes
maneras, pero siento hastío ya de permanecer oculto entre las
verdades de los libros o las conversaciones marginadas.
Quizás hacer de la filosofía una
práctica común, el mundo fuera mejor.
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