I
Y me miro y encuentro dos vestidos
diferentes en el mismo camino.
En ocasiones hago, estudio, leo o
escribo filosofía, tremendamente atraído por la belleza del
pensamiento, por la necesidad de las conclusiones, por las
especulaciones demostradas. Cuando me observo, me encuentro
disfrutando de la belleza de las formas abstractas, o me encuentro
resolviendo tablas de verdad y su necesidad también hermosa o
circunstancio a los pensadores y entiendo el surgimiento de sus
pensamientos.
Una Ética que me dibuja al ser humano
en términos genéricos.
Una Ontología abstracta que me
describe al ser.
Y así otros momentos de deducción
grande, correcta y de ahí, su belleza.
Es un disfrute alto y grande del
pensamiento.
Las frases que se encadenan sin
interrupción.
Los adjetivos que entiendes como
afectan a aquella idea nueva, surgen íntimamente con toda la
belleza de los nuevos pensamientos.
Qué bella, que bonita es la
filosofía.
Qué tranquilidad y paz interior
produce estar moviéndonos entorno a lo que nos da sentido, nuestra
razón y la belleza de sus formas y desarrollo.
Y te vas a otra época y observas que
con diferentes principios y el mismo racionamiento, llegan a otras
conclusiones también correctas.
Es hermoso, atractivo, reluciente.
II
Pero aquí no se acaba la filosofía y
comienza a llegar aquella, que en mi, comienza a hacerlo.
La filosofía crítica que no para en,
ni ve la belleza del pensamiento sino lo áspero de la realidad.
Dudas irresolutas que te imponen la
actuación desde la indecisión.
Diferentes escuelas, pensamientos
antagónicos, posturas irreconciliables.
La filosofía deja de ser un camino en
la belleza del pensamiento y se convierte en un camino hacia la
solución.
Deja de ser un acto altruista, de
divertimento espiritual y se hace consciente de la específica
necesidad del serio y comprometido pensamiento en la resolución de
los problemas.
Disfrutemos de la belleza del
pensamiento pero que sepamos también que no es un jarrón de decort art , sino un elemento de trabajo y construcción.
No es necesario, pero de la dulzura de
la supuesta realidad, se llega a la angustia de los problemas
mundanos, existentes, cotidianos, actuantes y sobre los que hay que
reflexionar en búsqueda de sus soluciones.
Apartada ha estado en manos de unos
pocos excluidos envueltos en el mundo misterioso y lejano del
pensamiento.
Acabemos con esto. Asumamos todo aquel
que escriba, piense o razone que hay cosas y problemas que si que
necesitan desde toda la integridad una soluciones aplicables,
mundanas y prácticas, sin quitarles la búsqueda de un por qué, fin
y motivo de la acción.
El pensamiento es bello, pero la
filosofía debe de ir más allá.
No, no son técnicos del pensamiento
pero dejemos de pensar en los filósofos cogidos de la mano del
príncipe y recostados en la media luna creciente.
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