jueves, 27 de febrero de 2014

SARTRE Y KANT

Leo y veo riqueza, diferencia, belleza.
Realizan una cosmología absolutamente distinta.
La temática es la misma es decir nuestra manera de concebir el mundo circundante pero la conclusión no puede ser más distinta.
A Kant el orden se eleva en su potencia. La claridad y estructura mental que aplicamos para conocer, entender el mundo lo convierte en un fenómeno claro y distinto el cual analizamos y comprendemos.
Y al llegar Sartre la realidad  perece en el ámbito de su imposible comprensión y correspondientes entidad ontológica.
Del orden trascendental kantiano pasaremos angustia vital de Sartre,  porque uno veía nuestra capacidad comprensiva dentro de un mundo ordenado y el otro sentía nuestra minucia constructiva en un mundo indeterminado.
Sartre no quiso aceptar ese paso hacia delante que realizó Kant, al definir el mundo en el que vivíamos como un espacio construido a partir de nuestro orden mental. Vivimos y comprendemos la realidad construida pero nada sabemos sobre la materia sin nuestra intervención. 
               "Paseando estaban los dos sin apenas dirigirse la mirada, pensativos, reflexionando y buscando una salida conjunta que no encontraban. 
                - Pero kant ¿qué diferencia hay entre una silla, tu coche y nuestra persona?,¿por qué nos sacas de la misma dimensión ontológica?, el mundo no es nada, - dijo Sartre.
                  Kant abrió los ojos desmesuradamente pues no creía en un mundo  sinsentido existencial, pero Sartre siguió.
                  - Te digo y te repito, Kant que esas  construcciones mentales no son más que eso, nosotros no somos más que componentes de esta gran masa. Es la angustia del sinsentido de la pura y dura participación en la totalizad informe. Sólo nos queda actuar con nuestra voluntad.
                 - Escucha - dijo Kant, tenemos una realidad incognoscible, la cual se nos hace posible trabajar al entrar en nuestra mente independientemente. Todos nos movemos en  esa misma dimensión, la cuál le da calidad y utilidad a la acción comprensiva de las personas.  No te instales en la angustia de nuestra comprensión. Si no llegas a  la última razón, confía en Dios como último postulado.
                    Ahora fue Sartre, el que abrió los ojos desmesuradamente le dijo
                     - No, Kant,  no puedo."
                    Siguieron hablando, comunicándose, discutiendo y concluyendo, hasta que entre sonrisas, llegaron a la divergencia en el camino hacia casa de cada uno y se despidieron.
                     Estos dos autores, son un buen ejemplo del enorme campo de trabajo, formas, maneras y conclusiones habidos y por haber. Diferentes estilos, contenidos, mecanicismos, y, en ocasiones pienso que la definición de filosofía es imposible, pues meter en el mismo saco a estos dos autores, por  decir algunos, es complicando, siquiera en sus maneras de comunicar..
                    Difícil, cada vez más, concretar y definir la Filosofía.


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