Inconsciente, subconsciente y consiente..¡quien necesita
explicación ya para entender estos términos!, nadie, pero, al menos, mi
consciente tiene más componentes de los que Freud me insertó.
Los impulsos primarios son fácilmente reconocibles que nos
traen una acción sin ningún elemento constructivo. No decido algunas miradas
que me salen del alma, es inevitable, aunque controlable en su duración. Fueron
unos instantes de mirada de sorpresa, hasta que me sonrió – digamos.
El subconsciente es aquello que nos diferencia de los demás
pues nos inserta en nuestro mundo formador. Trabajo dentro del teatro que yo
mismo me construí.
Y nos llega el consciente. No encuentro la unidad de este
acto o concepto. Miro mi persona y veo, entiendo y sé que tengo dos acciones
diferentes.
Ayer mismo, pensando en algún cualquier otro tema, llegó la
luz, tal cual relámpago, y me corregí a mí mismo, dándome cuenta, tal gran
descubrimiento, que me estaba equivocando.
Me corregí, me corregí…¿y qué significa esto?. Que en
cualquier tipo de corrección hay necesariamente dos elementos, el que construye
y el que corrige. Actúan dos. No repaso el razonamiento, no reflexiono las
cosas, aparece volando sobre el pensamiento y lo desecha o lo continua.
Tengo, en mi persona, en mi consciente dos estructuras. Uno,
será la acción de pensar, entendida como la construcción de estructuras lingüísticas
con forma mental, a partir de razonamientos. Los racionamientos son estructuras
lógicas que trabajan con estas ideas que forman el subconsciente. Mi pensamiento
circula y deambula en el teatro que ya construí.
Abarca, esta acción de pensar, un campo sin límite. Siento
que yo he construido en algún momento de mi vida cualquier tipo de pensamiento,
sea de la índole que sea. Mi cabeza funciona sola, sin mi vigilancia ni
atención sigue funcionando y no es un acto inconsciente, sea natural, instintos
primeros o artificial, los impulsos aprendidos, el subconsciente, puesto que oigo
una estructura racional y lingüística. Hasta que la alarmas asaltan todo el
edificio o la música dulce, te llevan a la atención hacia el pensamiento y la
consiguiente toma de decisiones. Es la vigilancia de la segunda cabeza de la
esta estructura única pero bicéfala que forma el consciente. Ésta es la que
toma decisiones, aprobando, negando y actuando o no, frente al razonamiento.
Darle realidad a estas entidades metafísicas referidas a la
persona, es decir, elementos de la psicología, es difícil y complicado, por no
decir imposible. El estudio epistemológico buscando una conclusión que saliese
de las suposiciones es un camino que se me escapa. Estoy haciendo un puro
razonamiento que no es más que una posible explicación de conjunción de los
hechos que veo, pero que puede no tener ninguna relación con los elementos y realidades
que explican su verdad.
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