Hablando en nombre de todas aquellas personas que formamos parte de alguna división territorial política y que estamos en contra de la utilización de cualquier tipo de violencia en su defensa y justificación, resalto una serie de principios necesarios y operativos que valen para condenar y despreciar cualquier forma de violencia terrorista.
Así pues, con la intención de formar esa unidad de estados y regiones independientes de la fuerza que constituye la violencia en forma de metrópolis, manifiesto:
- De inmediatez y sin ningún trámite legal, judicial o jurídico, ante cualquier persona o entidad que utilice la violencia perderá todo margen de operatividad política y social. La enfermedad hay que aislarla.
- La defensa de esta acción desde la lejanía y sin la intervención directa, será castigados por su negativa influencia y malformación propia de la sociedad ante su mayor y más peligroso mal y enfermedad, que es la violencia justificada por el que la realiza.
- Desvincular totalmente la acción Quid pro quo. Habrá benevolencia sin olvido y perdón con acción.
- Los violentos políticos serán tratados simplemente como criminales. El mayor desprecio estará en su ignorancia como posible realidad. Los mass media ofrecerán su desprecio informativo con su más alto y amplio olvido.
- Para evitar cualquier tipo de banda futura se insistirá en la educación en la educación del ciudadano bajo el principio y verdad que la violencia, sea del género que sea, no es más que un mal social.
- No son imposiciones sociales, son manifestaciones de las personas que despreciamos la violencia y lloramos con las personas que rodean a los muertos.
- La re-educación de los ignorantes reflejados en su falta total de valores en el aprecio de ciertas características propias del ser humano los cuales son utilizados y manipulados por las mentes perversas de sus dirigentes en el horror y terror.
- Los terroristas son elementos vacíos de contenido. Cualquier alusión o manifestación ideológica les puede servir como elemento de movilización. Estos jóvenes vacíos de ideas, desesperados en la soledad, faltos de futuro caen con facilidad en la esclavitud y atracción malversa de la violencia producto del abandono e ignorancia.
- Declaro a los terroristas como ignorantes.
- Afirmo de los terroristas su delgadez intelectual.
- Veo en los terroristas su deforme educación.
- Siento pena por su falta de decisión y su sometimiento.
- Abogamos por la globalización de la libertad, la tolerancia en las ideas y la potenciación de la riqueza cultural propia.
Así pues, manifiesto como necesaria la actuación del pueblo en su totalidad, urbi et orbi, e individualidad personal.
Debemos mover a la violencia en su ciego gregarismo hacia el ostracismo total a nivel social.
Somos buenos por naturaleza, así hemos nacido, pero somos personas sujetas a diferentes grados de corrupción. Todos somos corruptibles y la única salida definitiva estará en la correcta educación.
Ante esto, manifiesto otra vez, que la mayor lucha contra la irracionalidad e inhumanidad de la violencia será la ignorancia de los que la profesan. No detengamos el paso escuchando sus falsedades como otra cualquier justificación de estos malversos actos terroristas
Manifiesto, por última vez, mis dudas en el grado de calificación como humanos de aquellos que profesan la violencia de manera consciente, planificada, defendida públicamente y con fines tan banales y míseros, hablando de terrorismo, horror y muerte, como es por una franja de tierra.
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