I
El saber el por qué de cualquier dato
nos ayuda, en principio a poder realizar mejor la interpretación de él, pero no
significa que su ausencia absoluta impida su completa definición.
Una cuestión, un dato, un hecho que,
sin duda alguna ha sido mas veces cuestionado, es la concepción de la vida.
El resultado, ha sido, al menos a
nivel teórico nefasto, pero, a nivel real ha sido, sin duda útil y progresivo.
El
proceso indica, entonces que el saber un por qué claro y distinto no es
necesario para la evolución y ahora, ya sin ver los datos estadísticos te
encuentras con la imposibilidad de encontrar un camino único y necesario y que
sólo ocurre una vez entre unos hechos. La explicación física encarna todos los
problemas y buscando un por qué metafísico te encuentras con un numero
incalculable de distintas explicaciones.
El no saber la razón de la existencia,
no impide una correcta realización de ella, estudiando, analizando como se
desarrolla.
Si, pero esta realización no se debe
de estudiar desde un propio desarrollo físico, numérico o estadístico, sino en
aquella dimensión, allí donde se encuentra, en su relación con los demás, La
relación entre los seres humanos es la vida, y ¿cómo se ve?,¿cómo se
siente?...cuando se habla, pues entonces se describe la vida.
II
Y me lo planteo ¿cómo es posible que una
decisión tomada por tu persona en un momento dado sea capaz, el mismo individuo
de traicionarla en otro instante y de, y como consecuencia, sentirse mal
a posteriori?.
Esto refleja, al menos dos cambios
inherentes en la persona.
El hecho está claro que ocurre, y mi
interés estriba en las consecuencias ontológicas de tal ¿es que estamos
compuestos por diferentes “yo” existenciales que surgen en función de las
circunstancias exteriores?, ¿Es que estamos formados por diferentes estados,
uno de ellos la conciencia, y otros que forman parte de nosotros de los cuales
somos inconscientes como parte integra y ante los que directamente no podemos
actuar?.
Si su mero planteamiento suscita
estos problemas debido a su débil realidad, (pero que la tiene pues actúa) sea quizás la forma de encontrar respuestas
ante este problema, el hecho que te den
posibilidades prácticas de actuación, siendo
una definición negativa, es decir, entonces, que no hacer para evitar este
problema pues cualquier otro tipo de definición se encontraría sujeto, debido a
su naturaleza descriptiva, al relativismo provocado por el solipsismo* del
pensamiento humano.
Es, desde luego, en el caso de un
cambio llevado por las circunstancias un elemento metafísico pues no hay ningún
cambio estructural en “tu cabeza” pero si que hay un cambio de actuación. ¿Hay algún mecanismo el cual te
permita mantener una entereza personal? No se trata de una involución referida a no
descubrir, tratar en nuevas situaciones, en otros planteamientos, es posible
que hable, en definitiva, de fuerza de
voluntad desde una prospectiva epistemológica.
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