viernes, 4 de noviembre de 2016

...de la situación final...



En el intento de definir al sujeto intelecto, se entra en el máximo problema producido por el cruel alejamiento.
Es decir, en el camino de la definición y conceptualización nuestra, nos enfrentamos con la diferencia de lo que probablemente somos.
La objetivación del asunto implicará, por definición, que actúes fuera de la perspectiva y esencia, de lo que eres y de cómo actúas.
Y esto es imposible, a no ser que te traiciones a ti  mismo.
Y lo sé, no por la directa, sino por la inversa.
Quiero decir, sé donde coloca, la sociedad en general, a aquellos que tratan de observar el movimiento constante e interrumpida que adquiere cualquier tipo de elemento vivo y con entelequia, entre los que estamos, las personas. Sí, son escuchados, pero desde la distancia y la incomprensión.
La distancia ante la diferencia en el punto de observación, se hace patente y real.
En el intento de comprensión se aleja de lo que es.
Esto, puede ser producto de dos situaciones:
O bien, somos unos seres intrínsecamente sociales que imposibilita nuestra definición como individuos particulares. Todas nuestras acciones y decisiones toman el punto de partida de su validez, en cuanto a su uso y explicación en unas colectividades humanas. La definición en la soledad, carecería de sentido.
Y  dos, que sí que exista y sea este sujeto individual y propio, pero que permanece ahogado por el  cobarde, ruin y traidor,  movimiento social. Esta posibilidad es dos veces triste.
La conclusión es, entonces , la duda entre seguir o no seguir el camino de la supuesta verdad.
Aquellos que lo intenten, tendrán que tomar la tangente y huir de lo entendido como normalidad, siempre con la duda provocada por la diferencia, por la falta de conclusión especifica, invariable, objetiva y real.
¡ay!, pobre Filósofo, que busca un mundo que no comparte.
La Filosofía es sólo un movimiento lúdico y propedéutico.
Te prepara para pensar, organizar, deducir y concluir, pero solo da cómo resultado propio, el disfrute de ella misma.
Las respuestas de la Filosofía, no hacen sino que abrir más dudas.
La Filosofía valdrá para conocerte a ti mismo, pero siendo o un perdido y supuesto observador o uno que no sabe y no dice más que lo que creemos como verdad dentro de la perspectiva.

Reflexionar y pensar correctamente partiendo de una concreta situación real, es ciertamente importante, oportuno y fructífero, ahora bien, hacer Metafísica con un pequeño intento de trascendencia, es una acción un tanto peligrosa.

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