Hacía
15.000 años fue cuando habían comenzado las primeras prácticas del
control total sobre el placer y el dolor bajo unas mecánicas de
selección de los impulsos externos mediante el control mental sobre
una serie de impulsos codificados, puntualizados y con capacidad de
tratamiento.
Fue
un proceso lento, progresivo, con diferentes cambios de ritmo y
siempre condicionados por otros tipos de circunstancias como fueran
la capacidad de extensiva y control respecto al mundo circundante.
En
este proceso de avance a nivel de control mental y de la materia
circundante ls colonización alcanzaba un 80 por cien del universo
conocido.
El
cambio en el individuo era total.
El
orden vital se hacía material.
El
control propio total.
Y
los fines, intereses, medios y maneras de actuar se encontraban
totalmente uniformizados.
Los
individuos eran felices en su totalidad.
Sólo
tenían lo que querían.
Las
decisiones ya no eran tomadas en función de apetencias irreflexivas,
sino que esas apetencias eran producto de decisiones racionales.
El
divertimento vacuo e infructífero desapareció y la realización
intelectual y espiritual, desde el orden y la razón se impuso.
El
dominio tecnológico era total. Las partículas primeras eran
ordenadas construyendo cualquier elemento o situación buscada.
El
cuerpo dejó de ser un elemento discordante con la insensibilidad
racional y pasó a su servicio.
El
ruido desapareció y la paz y la calma invadió todos los rincones.
Aquella
en aquel momento, se encontraban reunidos los máximos representantes
de las diferentes áreas de desarrollo, en la cual la vía láctea
era una de ellas.
La
sala era grande, alargada y llena de elementos y colores metálicos.
La parte que envolvía la sala era un leve destello acristalado que
apenas producía diferencia con el exterior.
Discutían
sobre una parte de la totalidad que todavía conservaba las
características primeras de los comienzos del cambio.
Sabían
que allí se encontraba el único lugar a nivel cosmológico en el
cual hubiera una forma de vida que todavía se encontraba sometida al
mundo de las pasiones corporales, materiales y no estaba atado al
férreo control mental.
Todos
los allí reunidos sabía que sí aquello desaparecía, el producto
del plan ideado hacía ya más de 15.000 años iba a realizarse.
Ya
hacía tiempo que las pequeñas inconformidades aparecieron. La
personificación del poder total en sus posibilidades ofuscaba, en
ocasiones, el propio discurso racional.
El
control y el dominio máximo comenzaron a producir vertiginoso
generalizados en el propio desarrollo final y con ello, las dudas.
No
se atrevían a acabar con las pasiones como parte integrante de la
vida.
-
Narton, el sufrimiento ha pasado, el orden y paz es máximo, debemos
de terminar el proyecto – dijo mientras el asiento se acomodaba a
la posición para el mensaje.
-
Tixson, sabes que si esta cultura propia desaparece y se impone la
totalidad en el control, la variación y diferencia morirán. La
separación de nuestro mente con el espacio será total y nunca jamás
podremos recuperarla, dijo mientras dibujaba unos pequeños esquemas
en el espacio vacío que le rodeaba.
Ambos
dos sabían que la vida correctamente planificada y ordenada que
seguía y que tenía su mundo hacía felices a todos los habitantes,
pero también dudaban de la capacidad y conveniencia de hacer
desaparecer una característica que en los primeros cientos de miles
de años les había ayudado.
La
votación comenzó y entre los puros y duros impulsos nerviosos
propios de cada uno de los individuos el resultado salio de
inmediato.
-
Norton, espero que nuestra decisión haya sido la correcta
permitiendo la continuación de la vida de esta forma y manera.
-
Tixson, hemos hecho lo correcto. La pasión, el odio, los celos, el
dolor, el amor, el arte, el placer son elementos constitutivos de lo
que fue nuestra esencia primera y es por esto que jamás habrá que
destruirlos para no olvidar y tener como referencia hasta donde nos
han podido llevar
Quizás
en algún momento queremos entrar y volver a nuestros principios
partiendo de nuestra ignorancia.
El
mundo continuo. Apenas hubo alguna intervención puntual, milagrosa,
contranatura, con el objeto de poder dar continuidad a la vida en el
planeta. Las pasiones naturales de los habitantes continuaron y su
lucha por el equilibrio y salud mental sometida a las condiciones
circunstanciales exteriores siguió así.
La
destrucción se paró e incluso hubo alguna intervención directa
cambiando algún hecho puntual propio de las leyes allí
establecidas.
El
dolor y el arte fueron todavía.
La
alegría y el amor seguirían produciendo desequilibrios.
La
irracionalidad de la ignorancia sería un hecho existente.
La
inmensa individualidad y pequeñez los seguiría describiendo.
La
ciega esperanza dormiría con ellos.
Los
sueños serían el climax de la felicidad.
Aquel
pequeño planeta azul donde habitaban los últimos grupos de personas
que todavía vivían sometidos a los hechos producidos por las
pasiones tanto mentales como físicas iba a seguir existiendo. La
cumbre máxima de decisión a nivel cosmológico habíase
pronunciado.
La
tierra y la especie humana seguirían viviendo en sus imperfecciones.
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