lunes, 27 de julio de 2015

En la terraza del hotel



- !No penséis , no penséis ! si no queréis  acabar perdidos en la incomprensión .
Vociferando se dirigía  a todos los viandantes de entre la plaza, que no podían  evitar pararse, al menos unos segundos a escucharle.
Iba con un niki azul, puesto mil veces, pero muy bien planchado y limpio. Totalmente despeinado y con un cabello crecido sin ningún  contol, pero su pelo brillaba y se le veía  sano, los vaqueros eran, también , viejos pero sí, poco adecentados. Y seguía .
- Pero es que ¿Ninguno de Ustedes ve las irracionalidades que nos rodean respecto a las mínimas  condiciones de una convivencia fácil  y sencilla?, ¿qué  nadie se para a pensar como nos pondríamos  organizar?
Aquellos que se habían  parado, pusieron de nuevo en marcha  sus cuerpos fueron yéndose.
Éste,  subido a la silla de la mesta de la terraza donde se estaba tomando una cerveza, se sentó, de nuevo, mientras su cara volvía  a una enorme tranquilidad, con un claro apellido de resignación .
Yo, abandoné  mi paseo y me dirigí  hacia su mesa y, cuando aun se encontraba reflexionando con la mirada centrada hacia las manos que había  colocado delante suyo con los dedos en contacto, me dirigí a él.
- Señor, ¿le importa que me siente?
- Si despues  -me dijo - del espectáculo, aun quiere hablar conmigo, seguro que la conversación será entretenida. Sí, por favor, Tómese  algo y hablemos
- Mire, y entremos rápidamente  en la cuestión, estoy plenamente de acuerdo en el error de la falta de estudio y busqueda de una solución  racional, pracmática y práctica . Parece ser que andemos perdidos con un antifaz ocuro atado a los ojos. Pero le cambio un tanto las prespectivas y le pregunto por aquellos que asi lo intentan. Será  éste su caso, imagino.
- Y hace usted bien y está imaginando la verdad de mi pensamiento . El estar rodeado de evidencias que nadie ve o se te explcian y justifican de manera ridícula  produce un margen de diferencia difícil  de llevar.
Me había  sentado,  sin duda, en la  mesa con un Filósofo , o mejor con un hombre deshubicado de la realidad actual
- Pero, si son tan evidentes ¿por qué no son vistas ni juzgadas con claridad?
- Por qué son los principios propios y formadores de sus funcionamiento usual. No se los piensa, no se les razona. Los habito y constumbres cotidianos aceptados como normalidad. Es un hecho  el  sucumbir de los individuos , que ya no más que ruedan por lo montado.
Si, quedarse fuera es difícil .
- Y ¿compensatorio?
- La pregunta que me haces es ya más difícil  pues me llevas hasta nuestra definicion como persona y los actos correctos como tales, pero si que te voy a decir que , aun en el caso que puedas, es un error huir  de ti mismo.
Contiuamos la conversación  hasta bien entrada la media tarde. No teníamos  que utilizar la emoción  y el alboroto para hacerte comprender por el otro contertulio, pues los dos hablabamos sobre los mismos pensamientos compartidos.
Quedamos mañana para seguir dialogando y calibrando los hechos circundantes.

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