sábado, 18 de julio de 2015
LAS PROBABILIDADES, LA LIBERTAD Y EL DESTINO.
Y me rio de las probabilidades, que jamás tocan al necesario desarrollo del individuo pero si al grupo.
Las dichas, calculan, cuántos de aquel grupo vayan a tener un suceso.
Y en función de cuantos vayan a formar el grupo de los desdichados, actuar o no.
Y aquí llega el error al olvidarnos del individuo.
A éste, no le interesa ni le cocierne, cuantos formaran el grupo de los desdichados, sino si él allí estará.
Aquí empieza el cambio de las prespetivas. El individuo tiene valor por si solo, sin recurrir a ninguna totalidad para dárselo.
Cuando se acaba el suceso, aquellos que no han sufrido las probabilidades ¿ Cuántas tenían de no serlo al principio del proceso? Las mismas con las que acabaron, es decir 100%.
Estudiando los datos obtenidos, podremos saber quién se iba a salvar y tenía, como sujeto por ser la única realidad existente, un 100% de probabilidades.
Es decir, el individuo está por encima de las probabilidades.
Ya existen y ya son, antes de realizar el calculo aproximado y posible del grupo, las realidades y probabilidades individuales.
Es un razonamiento correcto, que se altera con la variable de la libertad. Ésta trastoca el correcto y natural, racionamiento y acción.
La libertad tiene dos estados. O tener la posibilidad del total desarrollo sin estar sometido a ningún existente o, ser capaz de negar un razonamiento lógico al que lleguemos.
El llegar a conclusiones que razones como verdaderas pero que no las entiendes así, llega el momento de actuar con la intuición. Esto es libertad. Lo demás sería ignorancia o falta de datos o mal raciocinio o sometimiento. Juntas o separadas.
Si somos libres, de pensamiento y acción, no existe un destino determinado como individuo, en cualquier grupo de probabilidades.
Si comenzamos a discutir sobre el futuro ya existente en unos momentos primeros, hablamos de los destinos.
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