martes, 21 de julio de 2015
LA TOURNE (Cap. 14)
A las 10am en punto, todos estaban allí, la puntualidad de don Cipriano comenzaba a enfermar a todo el equipo.
Llegaron concentrados y de buen humor, así que mientras Marisa y Pedro dialogaban con el gerente, matizando, discutiendo, arreglando, asuntos logísticos, Carmen, Andrés y don Cipriano, en el escenario, comenzaron a trabajar. Iban a tocar a Beethoven, su sonata número 17 en Do menor para piano, pero versionda para el dueto con el violin.
Comenzaron a tocar en una perfeta unión y coordinación. Parecianse una sola persona tocando un instrumento diferente con cada mano.
Lo único que parecía cambiar y alterarse paulatinamente era la cara de don Cipriano. Haciendo gestos rítmicos con la mano derecha, había acompañado toda la interpretación , hasta que la paró, con un movimiento rígido y violento de esa misma mano.
- Andres, ¿para qué está escrita la obra?
- Para piano, maestro - Carmen comenzó a levantar seriamente la mirada- pero estamos tocando una pieza versionada para los dos.
- Si, pero sigue siendo una pieza para piano, !mantenga el espíritu !, !el piano debe de mandar!, !el violín aquí, grande siempre, pero acompaña!, hará más aguda o mas grave una nota ya marcada por el piano. Eres un grandísimo intérprete , pero no serás un gran maestro hasta que no vivas, inventes, sufras y mandes, en cada obra que interpretes.
Carmen sabía que las proximas palabras irían hacia ella y allí estaba esperando.
- Carmen eres, en esta pieza, una acompañante que debes, nomas, que bailar con sumision alrededor del piano. No es tu estilo, ni tu manera, pero es la que quiere el autor y ante ello hay que claudicar.
Andres, pasión , Carmen, sumisión , difícil , muy difícil - se dijo don Cipriano.
Comenzaron a interpretar. El piano sonó bajito e iba tras las notas del violín . Saltando se puso de pie don Cipriano.
-- No, no, no!, empiecen de nuevo.
Volvieron a comenzar y los errores fueron los mismos. Don Cipriano, se puso, otra vez, de pie y se fue hacia Carmen.
- Persíguelo tú, acompáñalo tú, que se sienta fuerte. Déjate llevar por él, eres grande y fuerte, te va a costar,pero ha de imponerse, lo sabes - con una cara de frialdad y suplica se fue.
Después se dirigió hacia Andres y apoyándose en el piano y también en voz baja.
- Andres,la vida te lo ha dado todo para tocar música . Pues bien ya te digo yo que no has hecho nada, nomas que jugar con lo que te habían regalado. Enfádate conmigo, dedícate a experimentar por ti y seguir caminos nuevos. Olvídate de mis enseñanzas, de mi persona, toca por ti y para ti. Los artistas debéis vivir para vosotros y así seréis grandes.
Sus palabras a Andres, le llegaron quizas, mas hondas al que las dijo.
Se alejó sonriendo dulcemente.
Y comenzaron a tocar por tercera vez el mismo principio.
Carmen tuvo mucho cuidado de no comenzar hasta no escuchar la primera nota del piano e ir detras de éste, acompañándolo.
- Ser yo mismo, ser yo mismo - mientras tocaba una de tantas piezas que dominaba sin partitura delante- hasta que, en forma de convicción, la inspiración apareció. Cuando se quiso dar cuenta, la potencia con la que apretaba unas notas y otras se hizo variable, según el sentimiento, momento o parte del que se trataba. Ya no tocaba música, sino que interpretaba y el arte comenzo a llegarle al corazón . Estaba teniendo una nueva esperiencia. Lo del primer concierto con Carmen apenas fue un amago de esta sensación. Pensó en el nuevo camino que acababa de coger.
Carmen estaba disfrutando de ver el extasis intrerpretativo de su compañero y amigo Andres. Nunca jamás había ido de comparsa o compañía en ningún hecho de su vida. No quería depender de nadie ni iba a empezar. Pero esto era diferente. Acompañando a Andrés comenzó a disfrutar de la música en su totalidad y no sólo de arte supremo de su amante y vida, de su violín..
Al terminar, el más cansado de todos era don Cipriano. Notó la vejez por la intensidad de la emoción .
- Andrés, enhorabuena, magnífico. Sal del anonimato y entra en primera persona. Quiero que seas tú quien interpretes y no mis anteriores palabras. Bien por los dos. Mañana ensayaremos por la mañana para preparar el concierto de la tarde, a las 8pm. Espero que los Japoneses salgan de Valencia sabiendo donde se cria y amamanta al arte.
Se giro y se fue.
Había visto a uno de sus alumnos dar el paso que le faltaba para salir del grupo de ser uno más y pasar al grupo de los elegidos.
Marisa y pedro, se habían ido, Andrés y Carmen continuaron ensayando. Don Cipriano se puso a caminar sobre el lecho vacio del rio, sobre el gran jardn allí construido, pensando en las decicsiones que había tomado en esta vida. Sabía que no hay mayor tontería que establecer condicionales en tu vida pasada, pero también sabía que en ocasiones nos es imposible evitarlo.
Estaba comenzando, por la compañía , a disfrutar la música en su imperfección y dejando de sufrirla en la busqueda de la perfección .
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