Ayer lo pensaba y hoy lo escribo.
Pienso que a todos nos pasa y muy raros son, aquellos que no han pulido o corregido su esencia personal, ante la exigencia del mundo que nos rodea.
Si eres un hombre o mujer que se siente poeta, romántico,filósofa,literato o demás, la gente te aprecia, te estima pero te ve, desde la lontanía a sabiendas de la distancia, diferencia e incomprensión. Es entonces cuando escapas del mar de tus sueños y comienzas a escalar los acantilados de la realidad.
Es difícil y complicado, sobreponerse a la sociedad y sus imposiciones. Es casi imposible huir de su dinámica. Es una labor ya perdida su lucha hasta el final. Tenemos todos tendencia a rendirnos y entrar en el movimiento propio en la esencia social, ahora manifiesta.
Somos tontos?, no, cobardes, cómodos e inseguros. Ser diferente, sin más, implica valor, lucha y seguridad en ti mismo.
En ocasiones tiendo a pensar que es un problema en nuestra naturaleza, hasta que concibo que la admiración por los antes listados es producto del reflejo de nuestra esencia tullida en la sociedad.
No no ahoguemos.
En la vida no estamos invirtiendo en nada y el hecho de no ser fiel a ti mismo, sólo te llevará a desperdiciar escondido en un pequeño camarote del trasatlántico de la vida, en vez de ir en la proa, disfrutando del juego del viento en tus mejillas.
El ahogamiento social es más que seguro y se encuentra, claramente demostrado.
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