Poniendo de manifiesto mi capacidad de equivocarme, juzgué de mala manera el asunto de las redes sociales hasta que por la máxima casualidad llegué a una magnífica red y me afirmo y confirmo mis convicciones sobre lo utilizados que estamos los individuos en este mundo, digamos y en general Hispano.
Comentarios y reflexiones que existen, que están, que sentimos con normalidad muchas personas y que estoy viendo reflejadas allí, pero que están claramente sofocadas en las lindes hasta donde llega mi conocimiento.
Jamás pensé que iba a compartir pensamientos con una persona al otro lado del gran charco y en plena sorpresa, me encontraba con una réplica de una persona tan cerca de mi casa como el camino de una piedra que tirase por la ventana.
Pero como siempre y como todo tiene un peligro.
Éste es y así lo veo, la pérdida del contacto con la realidad.
Sumergido en alguna conversación, me evado del lugar y comienzo a viajar con imposibles, pretendiendo escribir filosofía analítica, acabo haciendo un existencialismo puro, pretendiendo ser objetivo, mis sueños se imponen, pendiente del tiempo por mis horarios de trabajo, el placer del dialogo acaba atropellando a mi puntualidad.
Desde luego, si nos alejamos de sentimentalismos, sin razón más que en su existencia, hay mucha filosofía allá, entendiendo ésta como un tratamiento de ideas que no valen en la construcción de nada físico.
¡Ahy!, mi máximo Aristóteles, si me oyese decir esto sobre sus pensamientos se giraría riéndose y buscando alguien con el que explicar este mundo físico en el que vivía.
En las Redes Sociales, encuentras (os hablo como aprendiz y después de perderme entre ellas) aquellos temas que te pueden inquietar y obtienes unos contertulios que compartes sentimientos muy similares.
No soy un gran seguidor de la globalización pues entiendo y creo en la realización tranquila y propia de las ideas, ya sea individual o de grupos reducidos, ataco, directamente la manipulación que los grandísimos medios de comunicación, con intereses propios que coaccionan a millones de personas con su sesgada información. Soy un autodidacta, como defecto, empedernido y vivo muy lejos de las modas y demás, siquiera buscadas por la belleza o satisfacción sino queridas por su resultado de aparentar cosas que ni eres ni tienes. Amo a aquel que se proyecta a si mismo, siempre claro dentro de los límites y valores propios de la convivencia, pero y todo para decir que estoy llegando a leer, a escribir y en definitiva a compartir ideas y cuestiones que me enriquecen, que me aclaran, que me ilusionan y me dan energías para seguir en mis brevas.
No pensé que las redes sociales fueran así y he encontrado un lugar donde dormitar con mis inquietudes.
Lo negativo serán dos cuestiones, una el fácil engaño sobre tus intenciones, pues el lenguaje es maravilloso para trasmitir información, pero el tono en el hables la puede dar algunos matices, en ciertas situaciones importantes y dos y relacionado con esto primero ¡qué fácil que tuvieses una malinterpretación de este hombre que baila entre las teclas del ordenador, sin un momento para decirte que te equivocas!
Imagino que esto está y acabará dando una forma diferente de relación entre las personas. Aunque está dentro de la propia idiosincrasia del ser humano, pues hace ya, digamos o mejor, dejémoslo sólo en mucho tiempo que la única evolución existente está en nuestra evolución cultural.
Por una lógica aplastante, acabaremos siendo todos de una misma raza, por pura mezcla física pero no por ningún tipo de selección natural y será nuestra cultura, en su concepción más general, lo que nos sostendrá y cambiará siempre.
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