jueves, 25 de abril de 2013

RAZONAR EN TUS SENTIMIENTOS

Cada vez tengo menos dudas en el asunto de la construcción y formación de la realidad. En cada una de los diferentes ocasiones en que escribo y tengo una situación mental, observo que la vertiente del mismo asunto varía y llego a finales diferentes. No quiero creer que varía mi forma y potencia de razonas, pero lo sí creo ver son unos comienzos e inquietudes ante los mismos asuntos que me llevan conclusiones distintas. Una no excluye a la otra, pero se distancian. Esto me lleva a las dificultades del raciocinio aseptico a las circunstancias del pensador y sus conclusiones. Es un asunto sin solución explicativa pero que tiene un tratamiento cientifico. Esto es, a sabiendas de estas alteraciones, se puede y debe buscar unos prlncipios estandar y básicos de cualquier asunto y tratarlos de modo descriptivo y nunca calificativo. Así pues, comencemos observando el momento en el que escribimos, yo y todos, veamos el grado de angustia o felicidad vital que arrastramos, estudiamos las conclusiones de manera fenomenológica, es decir, el hecho sin calibrarlo como si hibiera sido escrito por otro. Sé la dificultad y el problema de ser juez y reo pero también lo estimo, por conocimiento de todos los ingredientes como único medio de objetividad, pues una vez leido sólo tú, sabrás dilucidar el camino que cogiste y porqué. No me puedo perder entre los entresijos de mis emociones, al menos al calibrar, desde la distancia, hacia dondo me llevó, ayer, mis pensamientos, tras aquellos horas de sueño, esas imagenes, esos comentarios y demás. Digamos y pensemos cómo he empezado este escrito y cómo lo he acabado al escribir y olvidar mis inquietudes. Sueño con razonar fuera de mi y en las nuves de la objetividad.

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