No hay mayor exclavitud que la de aquel que es libre y no puede ejercerla.
Los animales aparentemente irracionales e instintivos se dicen que no son libres, que no tienen capacidad de eleccion en cuanto que es su naturaleza la que dirige sus quehaceres cotidanos.
El ser humano, libre en esencia, ordi essenci, no puede ejercerla, ordi agendi, pues sucumbe ante las cadenas del tumulto que nos rodea.
Nuestra libertad es irrisoria, falsa e hipócrita .
Nos aludimos y clasificamos como algo que no somos.
No conozco ningun congénere que actúe desde su independencia, esencia, finalidad y libertad. Todo aquel que conozco, vive sometido a las circunstancias externas que nos someten y determinan y deforman.
No es un canto de angustia, es la conciencia de la realidad.
Rieme yo de aquellos que ensalzan y esgrimen como gran elemento definitivo la capacidad de elección. Es una capacidad ahogada, suprimida y por tanto inexistente.
Hablo desde lo genérico . La ibertad de algún particular permite determinarla, aludirla y en éste, caso determinarla en su negación .
Estamos atrapados en unos estereotipos que mandan sobre nuestra persona.
Bendito sea el león que sólo mata cuando tiene hambre y lo hace sin ningún tipo de decisión coercitiva . En plena libertad, sus impulsos primeros, escampa por toda la sabana. Es un acto de pura libertad de acción. Decimos, sin seguridad, no ordi essendi, pero si, hasta el rifle del cazador, ordi agendi.
Desgraciada sea la persona que no actúa segun sean sus impulsos propios sino los dibujados y extructurados por elementos externos.
Salgamos del engaño y aceptemos nuestra exclavitud.
Sintamos el dolor de ello como camino hacia la libertad.
Pero, !ahy!, la libertad implica diferencia y la prohibición ante ella, ahoga a la persona y su realización como tal.
La construcción social se escapó de nuestras manos. Tras su creación por el particular, comenzó su vida independiente y nos hizo exclavos de su propio desarrollo. Nos ha sometido en nuestra ignorancia.
Usos, leye, constumbres, elementos formativos que nos obligan a crecer como ellos.
Olvídense entre la elección del bien y del mal y piensen en la elección entre las dos opciones y establecidas.
Ahora al León que libre en el campo, actúa cuando el quiere, sólo y unicamente. Está es libertad lo demás es cohación.
No hay lágrimas en este escrito. Hay aceptacion de la realidad.
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