martes, 15 de diciembre de 2015

.....de la voluntad como principio ontológico y esencial formador del ser humano....



Con la Voluntad, tenemos un dualismo completo, pero no como la división entre el cuerpo y alma, sino la diferenciacion entre lo que hacemos al actuar y lo que somos al decidir.
Con la voluntad y su origen Ontológico, su venida esencial, será el principio existente y compositor del ser humano.
Cualquier ser vivo actúa y decide.
Cualquier ser vivo sopesa y calibra las consecuencias de sus actos.
Cualquier ser vivo es consciente de lo que está haciendo.
La naturaleza de cada uno, en función de su capaciad intelectual, les lleva, nos lleva a los seres vivos a actuar de una manera u otra.
Nosotros las personas, tenemos una dinámica de funcionamiento y acción compartida, casi totalmente por la mayoría, es decir, una normas  que todos, dentro de la consciencia de ellas, actuamos.
Esta actuación y movientos están asumidos, aceptados y ya forman parte de nuestra forma y naturaleza esencial.
Igual que los cabalos se dirigen con la misma consciencia y rutina a comer paja, las personas nos levantamos, también conscientes y con rutinuidad al trabajo.
Nuestro pensamiento actúa y se mueve dentro de los margenes sobre lo ya establecido, es decir, sobre caminos ya marcados. Somos conscientes, pero se actúa  sin tomar ninguna decisión  sobre nuestro comportamiento , sino sólo como llevar a cabo las acciones ya decididas en rasgos generales y más importantes, tal y como caballo camino del establo.
Actuamos, vivimos, reimos, trabajamos, pero no somos consciente de ello más  que en aquellos momentos en los que nos paremos y observémonos..
Es el río del discurrir propio del orden de los acontecimiento.
La consciencia propia no es necesaria para reflexionar sobre los movimientos propios y correctos para vivir, y a los caballos me refiero.
Pero en el Ser humano aparece una caracteristica y accion plenamente definitoria de lo que somos, y esto es la Voluntad.
Actuamos y todo aquello que esté dentro de los límites  y caminos observados y asumidos por el sujeto son acciones realizadas bajo el pensamiento y la decisión . Y esto no nos distingue, pues cuando actuamos dentro de la normalidad, en ningen momento nuestra alma toma ninguna decisión  definitoria sobre nuestra persona. En el movimiento rutinario, con plena  consciencia de lo que hacemos y lo que pasa, no tenemos mas valor ontológico  intelectual que un caballo o una ballena.
El momento y elemento diferenciador es cuando se hecha la mirada hacia a tras y se juzga y se es consciente de las acciones y actos realizados.
El pensamiento se vuelve dueño de la situacion y marca los tiempos, maneras y acciones.
Es la voluntad como la acción  capaz de controlar nuestro movimiento natura en la fluidez del pensamiento propio de cualquier ser vivo.
No me siento ajeno a mi mismo en la toma de decisiones que después  es la  propia voluntad quien rectifica, cambia o se arrepiente.
En mi persona:
Una primera dimensión, piensa, decide y actua.
Una segunda dimensión , abserva, juzga e impone.
La unión  y coordinación  entre una y la otra dimensión llevarán  al ser humano al punto mas cercano o mas lejano de nuestra propia esencia.
La capacidad de la imposición  de la medida ante un hecho de funcionamiento  natural y usual, es producto de la voluntad y es lo que nos diferencia de los caballos y ballenas.
El actuar correctamente en función  de unas circunstancias aún   siendo ésta de una dificultad tremenda, no es el asunto definidor del ser humano.
El actuar teleológicamente, es decir, bajo unos fines que perturben y cambien los acontecimientos usuales y compartidos, si que es un hecho propio de la voluntad y específico  del ser humano.
La voluntad es el control sobre tu persona y esto es el elemento más  clasificador como tal del ser humano.
Que nos movamos e interactuemos con el mundo que nos rodea, sólo nos distingue de los demás  seres vivos, en cuanto al alcance de la reflexión . En una diferencia cuantitativa.
Ahora bien, en cuanto  somos capaces de superar esta dinámica  propia, usual, normalizada,   e impuesta por las circunstancias e imponer unas decisiones alejadas de esta realidad y cuya única base  serán  los principios propios y formadores de tu persona, entonces estaremos aplicando  nuestra voluntad y seremos personas.
El decidir en el cauce de la normalidad repetida y cotidinea, no nos distinguimos como personas, nos distngue la dualidad, en la gestion de la realidad, conforme a aquello que decidimos y a aquello que nos imponemos.
la decision un un hecho resultante de unas características  y circunstancias totalitarias del individuo, pero la voluntad, es lo que define al sujeto, lo que le eleva del mundo material, social y anímico, lo que le permite actuar por encima de las circunstancias, lo que hace  a las personas un animal diferente y peculiar al resto de ellos, aqui, en la tierra.

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