EL ESPÍRITU Y SU EQUÍVOCA CONCEPCIÓN

El termino espíritu es un concepto mal interpretado en bastantes  ocasiones, debido a su ambigüedad propia y a los multiusos a que ha sido sometido.
Así  pues, y con esto, nos introducimos en la problemática  de su  uso.
No tiene en absoluto  nada que ver  la concepción del termino  cuando se habla del espíritu  divino  en el cristianismo del, espiritu absoluto en el idealismo o la angustia del espíritu  moderno.
Esta confusión no especificada hace difícil su comprensión en ciertos momentos.
Es complicado definir y concretar este sustantivo pues por esta confusión aparecen problemas ontológicos.
El espíritu es divino para santo tomas, es una vertiente de la figura divina con una existencia real con entelequia,  consistencia, contenido y situabilidad.
El espíritu absoluto de Hegel  tiene componente y firma pero ninguna entidad con consciencia. Es la idea desarrollada, el conjunto de ideas que están en nuestra mente y nos forman la realidad con su movimiento. Sí, pero, donde  está?, qué forma tiene?, cual es su origen?.
Y ya, el espíritu de la angustia. Aquí  el contenido y la forma se alejan pero los motivos y sotuabilidad se concretan.
Estos son ejemplos de las multiples interpretaciones de esta palabra que además  se potencia a otros niveles de conversación o utilización tales como racional o empírico.
Entre todos, lo único en común será su dimensión supramaterial, pero nada mas. Y esto no se sabe o se sabe y no se aplica.
Tenemos el espíritu absoluto Hegeliano, cómo ejemplo de confusión. Fitche, Schelling y Hegel son idealistas pues hablan de la realidad como la composición de las ideas, como entidades de conocimiento pero están muy lejos del espiritu cristiano y se denominan igual.
Es decir, no tiene nada que ver el mismo termino  utilizado de un modo u otro.
Darle una definición correcta sería complicado pero posible, dentro del misterio o aura de su utilización.
Si no se tiene en vista este punto se puede liar bastante la comprensión de ciertos autores.