domingo, 24 de noviembre de 2013

EL FIN DEL PENSAMIENTO ABSTRACTO




Pues he de anunciaros que la desaparición de Aristóteles en el aprendizaje va en camino, el giro copernicano Kantiano dejará de estudiarse y Marx sólo será visto como un leve autor en ciencias económicas. Como estos, otros así.
Es el error del futuro, es el sinsentido, abandono y olvido.
Siento pena y desidia cuando escucho que la filosofía reducirá las horas lectivas al máximo. Hablo, en concreto y puntual, de España.
¡Qué ciegos e ignorantes!
¡Cuanta miseria!
¿No entienden que van contra nuestra esencia como personas?
¿Cómo pueden atacar a esto que nos construye como tales?
En ocasiones me enfrento a la Filosofía y me enturbia la incapacidad de comprender y resolver asuntos, pero esto se empequeñece ante el movimiento innato de huir de lo inmediato y nos ayuda a dirigir nuestra individualidad y luchar, con rebeldía, ante las generalidades impuestas.
El mundo está globalizado y los lugares y personas que hacemos Filosofía seremos los últimos si no para la peonza.
¿Qué no saben que la formación artística, histórica y filosófica es el camino de la madurez social e individual de las personas?
¿Qué no saben que la falta de reflexión en abstracto nos quitará el elemento diferenciador y definitorio?
¿Qué no saben que si no cuidan a la filosofía, ésta desaparecerá en estas aguas?
Pero, ¡no entienden que el acto reflexivo y especulativo sobre nuestra esencia y persona son el camino correcto para la realización!
Mezclándome entre tornillos y truecas, buscaré contertulios entre los cuales pensemos el por qué de nuestra angustia vital al estar perdidos entre usos y costumbres materiales y artificiales.
Por no ser un acontecimiento acumulativo, pero si constructivo, hoy seguimos envueltos en cuestiones tratadas desde el comienzo pero cada vez menos.
La satisfacción personal en la búsqueda y resolución de un problema abstracto, relacionado con elementos suprasensibles, me deja solo en el vacío de la indiferencia.
Su olvido, el de la filosofía, es lo peor que podemos hacer.
La educación, es el camino para el funcionamiento del mundo a nivel global.

La educación sin filosofía está coja, y no se construye a las personas como tales.

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