El desconocimiento, en un nivel general de nuestra
concepción abstracta de la realidad, es enorme.
El populis creemos en la normalidad de sometimiento a una
realidad general de nuestro pensamiento y acciones intelectuales.
Pues no.
Trabajamos con elementos que no están ubicados ni existentes
en la realidad circundante.
¿El orden?
No, compañeros, no existe. Somos nosotros quien se lo damos
y otorgamos a la realidad.
¿Nos creemos que el primero y el segundo son características
propias de los objetos?, pues no tampoco.
Sólo una mente humana observa y concibe un elemento detrás de
otro, y lo hace para poder pensar sobre ellos.
En el escritorio que tengo delante, sólo tiene propio del su
material compositivo, si no estuviera yo delante, no estaría ni aquí ni ahora.
Esto no es una locura de pensamiento, en este caso kantiana
(C.R.P), es una verdad operativa.
Nuestras mentes incluyen estructuras en la realidad para
entenderla.
Ahora superemos el estudio de la propia formación de los
juicios, las frases, las descripciones y vallamosnos algo más allá y pensemos
que este mundo en el cual nos creemos ubicados, no es sino, una construcción
pura y dura de nuestras personas.
Ataco duramente a todos aquellos que hablan de unos
principios Naturales formadores y concluyentes insalvables.
El mundo sólo es y será lo que queramos que sea.
No encuentro límites formadores y constitutivos que los que
nosotros impongamos.
No veo ni pongo frenos a nuestro orden y organización.
El ser humano, el homo sapiens, las personas, estamos por
encima de la natura y podemos formar y construir una formación y coexistencia
perfecta sólo sometida a los accidentes físicos, es decir tiene que haber una
convivencia completa y pacifica solo sometida a aquella maceta que cayó
accidentalmente de ese balcón.
Niego a no pensar y a no creer en la correcta y posible
construcción humana por nuestra total concepción y operativilidad en ella y con
ella..
Cierto es que tenemos ciertas características formadoras a
partir de las cuales hemos salido de la naturaleza.
Somos egoístas en nuestra generación. Es un elemento
necesario para sobrevivir en un desorden natural.
Así son los animales.
Pero nosotros ya no somos animales y tenemos el deber y la
obligación de formarnos, educarnos y prepararnos para superar todas las
limitaciones formadoras y construir un mundo bastante mejor.
-¡oh!, ya llego el soñador –me dijo el ignorante aquel día
-Sí, sueño, pues
aprendí y salí de las cavernas – le contesté.
Los sistemas basados en una gran convivencia global están basados
en un gobierno central fortalecido que domina y somete a todos los ciudadanos.
Todos acaban por la corrupción del personal.
La única manera de la formación de la gran convivencia radica
en la total educación de cada uno de los ciudadanos.
El funcionamiento correcto de las estructuras, será una consecuencia
necesaria de ella.
Mentalicémonos y aprendamos que la realidad está vista y
construida por nuestras mentes y que no existe ningún límite un su correcta
construcción a través de la educación.
La belleza está en los ojos que los miran y el mundo no debe
ser más que una idea desarrollada por aquellos que la formamos y constituimos,
es decir, por nosotros, por la personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario