Es una temática complicada pues que te clasifiquen de una forma u otra al exponerlo, suele ser consecuencia usual de estas ideas.
Primero, es afirmar, que el grado de corrupción de las personas es directamente proporcional al poder que se tenga e inversamente proporcional al castigo recibido.
Éste es un planteamiento que considero correcto y que me lleva a una forma estatal.
El papel publico de los estados, debía reducirse a las decisiones generales del gobierno propio, a la educación universal, a la total sanidad, seguridad y a la independencia y suficiencia del poder judicial.
De esto se encargaría el estado, pero de nada más pues el resto de las labores, incluso administrativas serían llevados a cabo con la forma de concesiones o venta de actividades.
Éstas, tiene por definición más control y eficacia.
El poder decisorio sobre entidades que no te afectan ( tratamiento de terrenos que el susodicho político jamás puede ni que vea) y la falta de interés productivo, pues éste no te tendrá repercusiones sobre él, son dos elementos que le quitan validez al trabajo.
Puede y creo, que la falta de medidas duras personalizadas por aquel que las juzga y a quien se juzga, traen una gran cantidad de corrupción por dinámica propia y natural.
Si tú no vas a ganar más o menos por una u otra acción, si las medidas de control son mínimas por la falta de dueños, sí afectados, en el momento en el que te pongan 20.000 Euros, por la toma de una decisión, básicamente sin riesgo ni control, se comete, con mucha facilidad, la tropería.
Por 600, igual tienes el espíritu moral y lo tiras del despacho, ahora bien, si te habren un maletín con decenas de miles en metálico sólo por mirar un poquito más hacia otro lado, difícil, para todos, es decir que no.
La educación, sanidad, seguridad y la justicia, aun sujetas a malformaciones por ser actos humanos, deben de ser garantizadas por toda la nación en el gobierno elegido.
Las elecciones de empresas de las concesiónes, también estarían sujetas a corrupciones, pero el funcionamiento interno de ellas, no, pues habrá más de uno que pierda dinero con el incumplimiento de objetivos. Consecuencia, mayor efectividad, validez y calidad.
Así pues, deberíamos mezclar los principios comunistas en cuanto a la centralización total respecto al control de la legalidad de los diferentes actos y, lo demás, dejarlo libre al mercado de Adán Smith, buscando la oferta, demanda y calidad en los asuntos de y en las concesiones. Lo entiendo como un punto intermedio correcto.
Concesiones sin retrasos temporales y con responsabilidades jurídicas en el caso de incumplimiento del contrato.
Educación, sanidad, seguridad y justicia, centralizados, y lo demás, un mercado totalmente libre y sólo limitado respecto a las ganancias personales, para la necesaria reinversión.
Es una visión ilusoria y abstracta, que Bill Gates, maneje más dinero que el presupuesto de algunos países con millones de habitantes.
La reinversión necesaria pues, en el caso de Bill, no pudiera guardar ni poseer en propiedades un sólo dolar más.
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