Siempre que se trata de establecer la
utilización de un sistema social en todos sus campos, sin la
comprensión, aceptación o apoyo de los ciudadanos, los problemas,
por necesidad, surgen.
Si tratamos de cambiar (el cambio no es
la evolución de las mismas estructuras, maneras y principios) la
situación de cualquier totalidad política, buscando otras maneras
de funcionamiento nos quedan sólo dos caminos.
Impositivo o educativo.
Se ha intentado realizar este cambio, a
nivel histórico, siempre en revoluciones violentas.
Su misma violencia por naturaleza
impositiva, es trasladada a su propio funcionamiento.
Con un objetivo claro, un fin
globalizado, una estructura inanimada, teórica y funcional.
Es el cambio de arriba a abajo. De las
fuerzas de poder primeras a los individuos.
Pero está la otra opción donde no se
tiene objetivo o estructura a priori que alcanzar.
Esto es la educación e información.
Con ésta es posible conseguir
ciudadanos que traigan, practique y actúen con la conciencia de la
vida en común.
Con un porcentaje muy alto de personas
con estos pensamientos, de esta clase de ciudadanos, las soluciones
sociales, a todos los niveles, podrían surgir del propio y mismo
funcionamiento de estos.
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