REFLEXIONES
HIPERBOLICAS
1.
LOS ESCRITOS Y EL ARTE.
2.
INGENIEROS SOCIALES.
3.
LA SINGULARIDAD.
4.
EL LENGUAJE Y LA RAZÓN.
5.
FUERZAS POLÍTICAS.
6.
MÚSICA Y SENTIMIENTO.
7.
HYLEMORFISMO.
LOS
ESCRITOS Y EL ARTE
La
historia, la temática, la información es decir, el contenido,
impera como razón en la elección de la lectura.
En
el arte es, la forma, el único y último motivo de
disfrute, apreciación y calificación valorativa de la obra.
En la lectura no. Cada tipo se ajusta a unos estereotipos,
estructuras, modelos y otros asuntos similares en la información que
transmiten. Historias, personajes, situaciones, reflexiones, ciencia
y los demás que se os ocurran.
Entiendo
que en los escritos debemos de buscar también la pura y dura
estética.
Sucesión
de adjetivos provocando el contraste sentimental, verbos transitivos
separados por pocas palabras que aceleren el proceso mental, verbos
intransitivos que nos lleven a la trascendencia, artículos definidos
o indefinidos que alejen o acerquen al sustantivo, las metáforas
cortantes en las reflexiones o adverbios casi abstractos que
califiquen acciones usualidad máxima.
Así
y otras cuestionen que hagan de la lectura un placer de realizarla
por disfrutar al hacerlo y no por el contenido trasmitido.
Sentir
el disfrute del momento.
Es
el acto de lectura.
Es
la fenomenología del propio hecho en sí, sin salir ni un centímetro
de su propio momento.
Sentirte
en el envuelto en el trascurso de la lectura, en el descenso del rio
del lenguaje, que pasa por corrientes, por lagos, por cataratas y que
entra en la presa del mar al voltear la última página.
Frases
afirmativas, aseverativas, cortas y simples que introduzcan en
la aventura de esa lectura. Párrafos lentos, conceptuales y
explicativos que acaben en metáforas descriptivas en la
humanización de la lectura.
Los
mecanismos se multiplican en la realización de la obra. Es un
escrito esculpido y pintado. Trabajado como la arcilla en tus
manos.
La
información trabajada así, es lo digno de máxima admiración.
Pero
el relato o reflexión en su forma tiene también un hueco en el
mundo del arte.
INGENIEROS
SOCIALES
Me
encuentro en demasiadas ocasiones con la dificultad para hacer la
digestión del montón de irracionalidades, chapucerías,
malfunciones, incompetencias
y
demás, que nos rodean y para mi mal, que son vistas como corregibles
pero dentro de un desarrollo normal.
Las
formalidades y estructuras heredadas que impiden la actuación, las
soluciones alejadas de cualquier realidad y aplicación invaden la
sociedad en la que vivimos las personas. Tratemos de curar y tratar
con misericordia a aquellos que violen la convivencia social, pero no
empeñemos toda ella para tratarlos con dulzura.
Soy
un hombre espiritual y trascendental en mis pensamientos, pero soy
totalmente consciente de las dificultades que acusa nuestra realidad
en la supuesta y mala defensa de los derechos, fundamentalmente de la
mayoría. Si quieres dar sentido ontológico, metafísico o
espiritual, lee o haz filosofía o profesa una religión. Ahora bien,
si lo que buscas es arreglar el mundo, no hagas demagogia, y como
único sentido busca la funcionalidad y utilidad vistas del hecho en
particular para el bien general.
El
sentido, es una expresión abstracta, inexistente, teórica. Hay que
buscar, estudiar, construir la solución pero tras imponer un tipo de
funcionabilidad acabada a esta realidad. Que no griten grandes
imposibilidades sino que susurren pequeños detalles correctores, en
cuya suma estará la solución. Y es esto, que se sientan aludidos
aquellos que no busquen soluciones, sino perpetuar su poder
corrompiendo el voto con falsa y vacía demagogia. El dialogo es de
sordos o la correspondencia de ciegos. Las charlas constructivas son
una utopía y los combates verbales son guerras buscadas y pensadas
por la gloria, nomás, de la victoria. El mundo público está
dirigido por personas que creen saber y sólo están instalados en un
sistema falso e inútil en la búsqueda de soluciones reales,
aplicables y con una función correcta. El egocentrismo o
grupocentrismo se extrema y las acciones constructivas desde el
altruismo propio del beneficio colectivo, desaparecen en su falta de
nacimiento. Grave es también que aquellos que denuncian este
funcionamiento como inllevable, inviable, infecundo y más son
tomados como movimientos propios de soñadores empedernidos. Hablar,
entender, arreglar los asuntos desde una practicidad absoluta. La
demagogia totalitarias en el sentido, son una perdición. ! Que
enfermen los degenerados y putrefactos especuladores y que se abran
de brazos los positivos y necesarios ingenieros sociales, con
justicia, igualdad, movimiento y soluciones ¡
LA
SINGULARIDAD
Cuando
hablamos, debatimos, paseamos y otros, si no estamos sumergidos en
primeros pensamientos, el mundo exterior se manifiesta y
toma vida como totalidad. No distingo individuos con una
interpretación y visión de los hechos propia y particular.
Sentímosnos
solo en las reflexiones y pensábamos, que la tercera persona juzga
objetivamente respecto a ti, como parte integrante de la totalidad
externa. Creemos, entonces, que aquel que te observa, puede deducir
tus objetos existenciales.
¡Qué
gran verdad tienen los que te rodean!
¡Se
fijan en la persona y con lucidez y fijación, concluyen
correctamente!
Esto
es la vergüenza de tus pecados sentidos ante la observación externa
y sus posibilidades, creídas, de su capacidad de saber.
¿Esto
es?
La
continuidad del asunto implica sacudirse de ciertos pesos
existenciales con los que todos cargamos pues el sujeto vive atado a
los pensamientos externos, y a su juicio, nisiquiera objetivo y no
más que probable.
Este
juicio individual que arrastramos, no es trascendente, es pasajero y
contingente pero pasa a tener un gran peso, potenciado y madurado con
los grandes medios de comunicación, que han hecho real y tangible la
inmensa cantidad de opiniones sobre opiniones, dándoles, estando
dentro de una apreciación, una verdad objetiva.
En
la mirada de los otros no está la verdad. Es cotidiano sentirte
apuntados por ojos externos y pensar el juicio colectivo como si cada
uno de los observadores actúan bajo los mismos principios llegando a
conclusiones similares.
Esto
no es verdad y debemos de ser conscientes de la
fructífera individualidad de cada uno y de todos.
Luchemos contra la vulgarización propia de la muchedumbre y
cultivemos la rica fecundidad y creatividad del individuo como tal.
No es el individuo contra la normalidad.
Normalidad
es un término vacío de contenido y sólo hace alusión a lo
establecido entonces.
Lo
existente es lo singular y sus pensamientos propios y sólo son,
cuando son expuestos y sacados por la persona que los pensó.
Sentirse observado es producto de no aceptar la propia individualidad
y diferencia entre sí de aquello que forma la realidad.
No
estamos rodeados de una unidad sino de una suma de individuos, que no
es lo mismo.
EL
LENGUAJE Y LA RAZÓN
La
propia discusión se especula tratando con su solución.
Y
comenzamos preguntándonos ¿y de donde vendrá la capacidad del
raciocinio del ser humano y que nos separa del resto de los animales?
Y
nos respondemos que es elemento propio de la evolución. Cuando
tratamos con diferentes elementos externos y calibramos y estudiamos
sus diferentes relaciones y características, nos encontramos con un
proceso racional puro. Así, en aumento, el bagaje cultural supera,
por acumulación, siempre el nivel anterior en el raciocinio.
Hasta
aquí, aparece como el desarrollo de una capacidad ya
inherente que con su interrelación en su exterior va tomando forma.
Y
ahora comienzan las dificultades, cuando tenemos que saber
que esas primeras elucubraciones mentales, conclusiones racionales,
se hicieron sin lenguaje articulado como los modernos.
Y
me pregunto cómo podemos realizar pensamientos sin palabras, pues
cualquier acto mental que realizamos, va acompañado de un monologo
propio.
Y
vuelvo y digo, que si el lenguaje es la máquina que produce nuestra
capacidad de razonar, me encuentro con una acción y elemento exógeno
que de mi raciocinio.
Es
decir, que no hablamos porqué sabemos pensar, sino que razonamos
porqué hablamos.
Esto,
el lenguaje y la razón forman un trío muy fecundo en afirmaciones e
imposibilidades.
¿Será,
entonces, el estudio del lenguaje la manera de comprendernos pues
estamos formados como somos con su aparición?
Esta
es una temática moderna pero existente. Centrarse en el estudio del
lenguaje como elemento resolutivo de los problemas.
Como
elemento que incitó este asunto fue la pregunta ante si tenía
capacidad para pensar sin el lenguaje y, entre incorrecciones
ontológicas (pensar es utilizar el lenguaje) o imposibidades
operativas (cerrar los ojos y empezareis a hablar a los vientos) vi
la necesidad e importancia de su estudio en la forma trascendental,
es decir, del lenguaje como entidad formativa y formadora de nuestra
persona.
Se
puede pensar que el artificio del lenguaje es lo que provoca la
superioridad máximo del homo sapiens sapiens sobre el resto de los
animales o que nuestra mas alta capacidad de raciocinio nos ha
llevado a construir la máquina.
Estoy
aquí siendo extremo es decir, uno o el otro, antes y primero.
La
solución de desarrollo propio no llego a concebirla, quizás, por
yo, cómo todos las personas ya, tengo un total desarrollo en mi
lenguaje y mi razón.
LAS
FUERZAS POLÍTICAS
Si quieren hablar de la esencia de la realidad, de su visión generalizado del asunto en cuestión y de similares, que se vaya al ágora, al senado, a las charlas en un café y que no introduzca sus garras en la búsqueda del poder en nuestro sistema, pues la política, es una acción práctica y no teórica, en busca de la mejora colectiva. Y leo, y vuelvo a leer y me encuentro lo mismo. La reunión entre las fuerzas políticas en pro de una solución, es impensable, parece como si los intereses de los partidos no fuera el bien del pueblo en general, el cual debía de pasar por el dialogo social y el acuerdo político. Nada, de esto nada, pero se que mis críticas son campanas en el desierto, pues si no es así me resulta impensable el no ver y corregir, entonces, esta situación. En mis años de vida, ya me he cansado de intentar comprender que, tal y como me dicen, que las cosas son así, que así es el mundo, que así es el sistema, que así es la realidad y así ha sido la historia. Estamos inherentemente condenados a que la política sea así por su propio peso esencial, afirman algunos.
Vamos
a dejar de seguirles el juego, vamos a quitarles la mascara y a
pellizcarles para que se despierten del sueño que les han metido.
Eso que hacen no es que no sea política, es el mal humano en su
antigüedad, la búsqueda de intereses particulares, o de clases o de
partidos, en vez del acuerdo general, que al fin y al cabo es el
máximo beneficio para todos nosotros. En la actualidad no
encuentro ningún político que me provoque confianza pues no he
visto hasta ahora ninguno al que le vea hacer un acto altruista en
beneficio del pueblo. Altruista, quiere decir por encima de su
persona, partido político y las supuestas, pero no existentes, ideas
políticas en búsqueda, si así ha de ser, el renombrado beneficio
social.
Mi
sorpresa ante el ridículo se incrementa. Varios fantoches
convencidos de nuestra comprensión de sus verdades a medias me
obnubilan.
Salto
de un medio de comunicación a otro y el circo no descansa. No me rio
ante inocentes payasos, sino que me mareo en la podredumbre propia de
la jaula de animales.
Platón
y Montesquieu llorarían cogidos de la mano si estuvieran en el
espectáculo, junto a Felipe II, lamentándose que no fue la tormenta
económica quien hundió las naves, sino el peso del oro robado en
las Américas.
Listas
abiertas ya, pues quiero comprar en pan en el mercado y no comer
bocadillos envasados al vacío y venidos, ni siquiera Dios, sabe de
dónde.
Orbitando
al redor del policentrismos sube y baja la marea de nuestra economía
según la distancia con y amplitud de, sus mentiras y corrupción. La
falsa diferencia en los poderes del estado, resulta agria, y lo que
fue agua bendita pocos años a, en vino amargo ha acabado.
Regeneración urge.
Firmado
por un ciudadano que se ve impotente para el cambio y se siente atado
de la barbas, y nunca mejor dicho, de otros.
LA MÚSICA Y EL SENTIMIENTO
La música trasmite y suda por todos los poros el estado anímico característico de cualquier época histórica. En ella podemos encontrar la cosmovisión general establecida, aceptada y admitida con normalidad siendo reflejo de los deseos y fines propios de cada generación.
Desde
su más pronta concepción ha ido de la mano de situaciones anímicas.
Digamos
desde el barroco, yendo por el modernismo, pasando por los años
setenta, hasta la actualidad, donde la gente se retrotrae al pasado
ya más cercano, se puede realizar un estudio sobre las
circunstancias que rodean y definen las características y
sentimientos de esta forma de expresión humana.
Si
hacemos un estudio psicológico, sociológico, económico, literario,
ideológico y más, con ansias científicas, se ve y entiende la
música de esa época. Esto sabido es por todos.
Pero
nos vale también para investigar las consecuencias en el interior
humano que produce una serie determinadas de las circunstancias y
reflejada en la composición cultural de la música.
Corres
el peligro, en su estudio de quedarte en la dimensión puramente
estética de la música, juzgable por el placer auditivo que nos
provoca. Nos queda también el estudio epistemológico sobre los
sonidos, ritmos, instrumentos, voces y su resultad, su intención de
búsqueda y su fundamento en la utilización y cómo, de dichos
elementos.
Oyendo
música de los setenta entiendo y veo que destila esperanza, ilusión,
romanticismo e inocencia. Guitarras acústicas y voces tranquilas. Es
un nuevo comienzo de siglo tras los atropellos anteriores. Y tras
esto, el materialismo y la inconsciencia nos invaden y atrapan y los
ritmos sinsentido se imponen. El Barroco nos elevaba en la asumida
vida ante Dios mediante el virtuosismo y dentro de ritmos e
instrumentos y el Romanticismo daba el poderío de toda la
orquesta pues el hombre alcanzaba toda su dimensión. Muchos aspectos
se anclan allá donde se producen. Estudiémoslo, relacionémoslos y
hagamos un estudio intelectual y no sentimental.
No
ha aparecido cada época un nuevo el concepto de música, ni de
instrumento para producirla, ni la concepción rítmica. Lo ocurrido
es un cambio moral, llevando a uno estético y que arrastra a la
creación de música. En la actualidad la mentalidad ha cambiado
mucho respecto a la de los años setenta, la visión vital también y
como su consecuencia la concepción artística, musical y los
instrumentos utilizados para ello.
Veamos
que ritmos forman la tristeza, estudiemos que instrumentos dan
añoranza, digamos que voces reconforta y encajémoslo todo en un
momento histórico puntual y veamos por qué esto se busca.
Si
estudiamos el estereotipo del autor propio, la forma de su
música encaja totalmente con una actividad moral, ética, cívica y
demás propia y correspondiente a sus tiempos.
Entendamos
qué y cómo producen el cuanto de.
Tenemos
la creatividad encadenada a los tiempos en los que vivimos y somos
esclavos de nuestras circunstancias. Sino todoi al menos la
producción, pues en la totalidad personal aspiro a que las
superemos (siempre, claro, mirando a Ortega y Gaset)
HYLEMORFISMO
Cuando
pregunto por esta asunto en alguna conversación me encuentro, con
normalidad caras de sorpresa, bien por la temática o por el propio
interés de ella por alguno.
Y,
ante esto, dada la madurez social, en cuanto a la posibilidad de
expresarte, lo encuentro como resultado de una malformación de la
cultura imperante en el mundo occidental.
Cuando
me encuentro con una variación sentimental o un cambio anímico en
un corto espacio de tiempo sin más actividad que meditar, me
pregunto si una variación eléctrica o un campo electromagnético
pueden dar como resultado un asunto claramente espiritual
¿Qué
siente el fracaso?, ¿Qué siente el orgullo?, acaso ¿según la
forma geométrica de las interconexiones neuronales, en “U” o
“V”, provocan el sentir éxito o fracaso?
Se
me escapa por todos lados, sitios y lugares esta continuidad entre
mis neuronas y sentimientos, entre mi cuerpo y mi estado anímico.
El
Hylemorfismo cada vez cabe más en mi persona y me lleva a separar la
materia del espíritu o el cuerpo del alma.
Vuelvo
a entender que todas las personas tienen en algún momento dado este
pensamiento. El problema estriba en que es aceite en agua, el
introducir una reflexión sobre esta relación entre la materia y
nuestra persona. Es un movimiento intelectual totalmente extirpado de
nuestra actualidad, y si se trata tiene muy poco de objetividad en
sus conclusiones, sea por ética o religión y todos sus axiomas
puros.
Pienso
que debemos de ser consciente de su importancia y tratarlo
científicamente, es decir, separarlo totalmente de cualquier
valoración y realizando únicamente una investigación
fenomenológica.
Este
asunto es, sin duda, el elemento más importante en la definición
ontológica del ser humano.
Sus
consecuencias son definitorias y definitivas con respecto a nuestra
actuación necesaria y oportuna.
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