lunes, 23 de diciembre de 2013

PETRA Y EL PASADO


Y caminábamos juntos de la mano, bajando por la pequeña costa que deslizante trascurre al ladito del pequeño río, cuando Petra se giró bruscamente y me lo preguntó.
- ¿Por qué lo hiciste, Andrés?
Tanto mis pies como mi corazón se pararon. La claridad de mis ojos y los objetos que tenía delante se confundían con la nubosidad que escampaba mi pensamiento.
- ¿Y tú cómo lo sabes?
La contestación me era difícil de encontrar pero la curiosidad por ver, cómo Petra, a la mujer que tanto quería, habíase hecho con aquella información. No la quería mezclar en aquellos asuntos que no sólo distanciabanos si se supiesen, sino que además podrían ser peligrosos para ella.
- Andrés, llevamos ya varios años juntos y aún hay ciertas cosas que yo desconoco de tu vida. Este asunto no es un hecho descriptivo más de tu persona, sino un asunto definitorio de ella y me creo con derecho a saberlo.
- Pero Petra, ¿será necesario que te dé explicaciones de aquello que ya pasó?, ¿es que el presente de nuestra relación necesita sujetar a un pasado ya acabado?
Llegamos a el pequeño laguito a donde desembocaba el río, caprichoso, juguetón, limpio, cristalino y lleno de vida. Yo me senté en la verde vera y Petra entre mis piernas.
- ¿Tampoco me vas a decir el por qué del hecho?
- ¿Para qué?, fue un asunto puramente personal. Si sacamos los acontecimientos de nuestra realidad se deforman, pierden consistencia y se convierten en un sinsentido en manos de los otros.
- Bueno, ya que veo que no quieres, yo te diré el por qué. El por qué alude simplemente a la verdad y a la relación sin escondites, ni cuevas negras de la información.
Al decir esto, se giró totalmente hacia mi persona. Era realmente hermosa. Sus ojos negros como el betún y sus labios de manzana, a pocos centímetros, eran realmente bonitos, atractivos y atrayentes.
- Petra, ¿para qué mezclar la felicidad con la verdad?, ¿te interesa mucho la verdad?, ¿quieres buscar la razón de ser de todo hecho y acontecimiento?, ¿es que tanto nos cuesta vivir el momento?
Se levantó de entre mis rodillas y avanzó, quizás unos metros para coger alguna piedrecita y tirarla hacia el lago. Lo hizo tres o cuatro veces y cada una de ellas, volteaba su cabello, negro también, de un hombro al otro. A lo lejos pasó un pequeño barco de vela que nos tuvo a los dos absortos momentaneamente.
- ¿Ha sido tu hermana quien te lo ha contado?
- No, ella no. Te sorprenderías mil si te lo dijese quién lo hizo.
Mientras apoyaba mis codos el la tierra y me tumbaba sobre ellos, mis ojos se quedaron detenidos sobre las tranquilas aguas, pensando, asombrado por donde me vendría la sorpresa. ¿Donde empieza mi vida y acaba la del otro o donde empieza la del otro y acaba mi vida?. ¿Fue Antonio, Alfonso o Juan?, tres de mis mejores amigos y alguien había contado algo que yo no quería que se supiese?, si uno de los tres.
- Espero que al menos sólo te hayan esbozado en un intento de hacer realidad lo que ellos nunca podrán contar como si lo fuera.
- Andrés, no creo que sea bueno salirte tanto del camino marcado por todos ¿te crees con capacidad para encontrar el camino tú solo?
- ¡ah!, ¿que tú crees que llevamos el bueno?
Se calló, avanzó hacia mi, apoyo sus manos en mis rodillas y comenzó a tararear una canción mientras atrapaba mis manos, las estiraba, me levantaba y haciéndome gestos, me arrastro con amor y de la cintura, hasta la orilla del lago.
- Sabes, Petra, yo te digo que aquello no tiene ningún peso en mi conciencia ni será motivo de nada en le futuro, así que dejemos que el tiempo se lleve todas las hojas del pasado y que el agua arrastre hasta el mar del olvido todo aquello que no nos valdrá allá, en el futuro.
- Se giró. Nos abrazamos. Nos besamos y continuamos. ¿Por qué salir del engaño?, la vida, sueño es y así quiero vivirla.



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