Ningún sistema, absolutamente ningún
sistema funciona sin una predisposición y honradez de los
componentes.
Es inútil tratar de construir un
sistema de funcionamiento a sabiendas que los elementos formadores no
actúan según las reglas del juego e intereses propios, del sistema
en su totalidad, en cada momento.
Parece ser que la totalidad no se da
cuenta que sin educación no habrá predisposición y sin ésta, es
inútil todo sistema.
Sea o fuere del cualquier color, han
sido las malformaciones propias de la mala utilización o mala
utilización de los movimientos propios de las construcciones
sociales y económicas, lo que ha hecho que estas malfunciones.
No habría ninguna problemática en que
viviésemos todos en un sistema comunista, aceptando la distribución
justa del poder y buscando el beneficio colectivo de todos empezando
por tu compañero de clase.
Es totalmente viable el puro
capitalismo si entendemos la competitividad como un elemento de
progresión y no de juicio y apartamiento y vemos, al mismo compañero
de clase como una persona a la hay que ayudar.
La educación es la piedra angular de
la convivencia social.
Tirad a la basura cualquier
construcción si no pasa por el filtro de la predisposición y
capacidad por parte de las personas para vivir en una sociedad justa.
Tengo una fe ciega en la capacidad de
las personas para vivir en un mundo justo y en el que no haya hambre,
ni guerra, ni sufrimiento, pero ¿qué estructura nos permitirá
esto?, ninguna.
Repito hasta que me muera, ya sea por
edad o cansancio de repetirlo, sólo la educación salvara al mundo y
además sola ella, nos basta.
La música romántica me hace huir del
mundanismo del sistema inhumano que trata de personas sino de
elementos componentes del constructo.
Si a un niño se le trasmiten unas
valores de respeto y solidaridad se avanzaría más que con todos los
millones de aquella moneda que ponía en marcha aquel banco central
en este país.
¿Nacemos buenos?
Aquí os diré que no lo sé.
Pero si no lo fuera, la educación y
trasmisión de valores, actos e intenciones si que normalizarían y
harían avanzar al mundo en manos de los que no estuviésemos
estropeados como personas.
Quizás confundamos el nacimiento de la
bondad con la posesión de la inocencia.
Sea como fuere, no es, ni será nunca,
la elección del motivo de unión la que hará posible una correcta
convivencia social mas que una correcta educación.
¡No es difícil ver esto!
¡Donde está la cegez de aquellos que
no la quieren ver¡
¡Salid de las antiguas prisiones y no
tengáis miedo a caminar hacia adelante!
No es ser un soñador empedernido sino
un rabioso ciudadano que ve la realidad en desarrollo.
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