VA A SOBREVIVIR LA FILOSOFÍA

Todo, absolutamente todo podrá ser hecho en un futuro por las máquinas.
Sin ningún problema ni comentario las carreras técnicas fueran de la clase que fuese.
Los estudios de letras vinculados a la acumulación y elección de datos, también.
Hasta el arte podrá ser realizado, al menos en algunos campos, por las máquinas. Todos los efectos indicados en cualquier mínima camara, ya dan como resultado fotos de talante artístico.
Todas, me da igual la que piensen pues datos concretos, sus relaciones y desarrollo, lo podrán hacer los PC en un inescrutable futuro.
Pero ¿todo?, no.
Aquello que tan fuertemente está siendo olvidado, abandonado y menospreciado a nivel institucional y popular, es decir, la Filosofía, nunca jamás será realizada por ninguna máquina pues es producto único y exclusivo de la irregularidad compositiva, especuladora y creativa propia de la especie humana, de las personas.
Los resultados a los que se puede llegar tras la aplicación a los datos de reglas de actuación o funcionamiento, pueden ser nuevos y campos no investigados, sin la menor intervención de las personas siendo solo ellas las que disfruten de los resultados.
Pero ninguna máquina podrá jamas escribir o deducir una sola linea de metafísica o Ética.
La Filosofía será lo último o jamás, aquello que esté fuera del alcance de los mecanicismos.
¿No es ésta razón para calibrar y comprender la necesidad definitoria como persona humana que tiene la filosofía?
las definiciones no tienen porqué ser exactas y las posibilidades de comprensión son muchas. Con la definición de filosofía surgen estas características. Pero sea cual fuere la dimensión o características propias que le quieras dar, siempre será un movimiento puramente humano y jamás será sustituido o correalizado aun en el máximo mundo tecnificado por nada que no sea una persona.
El un futuro muy lejano, no tendremos que trabajar, ni construir, ni acumular conocimientos, pues viviremos en un mundo de felicidad y placer en el cual las máquinas perfectamente controladas y manejadas por las personas así nos lo harán.
Ahora bien, lo que jamás harán, será ni escribir novelas ni especular sobre nuestra función en la tierra o nuestra esencia como personas o la relatividad de la comprensión personal del mundo.
Cuando el tiempo y la tormenta me lo permitan, seguiré disfrutando y volveré a insistir en el cómo la filosofía será la tabla de madera donde nos agarraremos cuando nuestra entidad esté en peligro amenazada por la, solo y siempre traída por nosotros, avance excesivo de la técnica digital.