viernes, 12 de febrero de 2016

...de la verdad genérica...



No hay escondite para el escritor entre las lineas de sus textos.
Trata éste de escribir en tercera persona, plasmándola con la que crea necesaria, pero sólo será el yo, individual y pequeño, quien concluya.
Las reflexiones abstractas, tales como Filosofía, ya sea ética, metafísica, Ontología, Antropología y otras más, no tienen un carácter empírico, es decir, que tienen una demostración externa empírica. A partir de ésta, viene la ley.
Pero los principios y axiomas de carácter abstractos no están, nunca jamás, en otro lugar que en la mente del interlocutor, que en función de su capacidad explicativa, de razonamiento, de ilustrar, de estructurar y otras acciones como éstas, las hará más visibles o menos, para el aforo de su explicación.
La particularidad de este hecho es el asunto que comprendamos que aquello que cada uno de nosotros piense, opine, sienta, viva, crea y otras acciones tales, las tenemos iguales todas los seres humanos.
Tú, no plasmas ni tienes unas experiencias espirituales, reflexivas, místicas, extrañas, como las que nadie tiene o tú las puedes ver desde fuera y analizarlas y los demás no.
No.
Entonces lo siento, lo veo, lo comprendo y a continuación me digo, “Alberto, esto es y está única y exclusivamente en tus pensamientos”, y continúo enfrascado en la duda cuando la acabo, zanjando el asunto y pensando que todas estas inquietudes no pertenecen en particular a ninguna persona.
Cuando me miro y me estudio, tengo miedo a no salir de mi individualidad y relativismo, hasta que me supero, otra vez, y excepto que no soy más que una persona más y que todas aquellas lecturas que haga en la aparente unicidad y relatividad de mi persona, son totalmente generalizables.
Ninguno de nosotros es un elemento particular y diferente.
Las inquietudes de las personas, son las misma, diferenciadas sólo en forma cuantitativa.
Si te miras tranquila, detenidamente y con ganas investigadoras, lo que encuentres no está sólo en tu persona, sino también en todas las demás que nos acompañan.
Quiero cree que todas dudas e inquietudes que en mi persona surgen en cualquier momento son claramente extensibles a todas las personas pero quizás algunos tengamos más facilidad o tendencias a escribirlas o reflexionarlas.
El rodillo de las ventas, enajene y aturde a las personas.
Están enfermas y su contaminación es muy grande, pero aquellos que no tengan el lazo tan fuertemente atado al gaznate y con la rampa de la horca semiabierta, pueden tener una similitud de inquietudes que demuestran la continuidad, la unidad global, la especie genérica y la compañía.
No penséis que esas hipótesis, divulgaciones, reflexiones, teorías, que creías tan propias y que nunca dirás por temor a la locura de tus palabras, son extendidas, repetidas y acobijadas también por muchas otras mentes pensantes; y unas lo escriben y otras no.
Ninguno de nosotros vamos a descubrir un campo nuevo sobre el cual meditar, ninguno de nosotros va a comprender algo que nadie jamás lo haya hecho también, tú jamás podrás pensar ninguna ridiculez que no puedas compartir con alguien que también la pensó.
La originalidad del pensamiento ha de ser máxima, a sabiendas que tus errores ya han sido cometidos o sentidos.
Pensará que debe de dejar de ser un acto solitario.
Si meditas nunca, pero nunca, lo harás de una manera que nadie lo ha hecho o que nadie lo hará.
No tengamos miedo a la locura, pues a ver para quien es ella y donde está.
Se escribe y se habla de manera impersonal, pero, ya os garantiza que en filosofía nadie ha escrito ni una sola linea desde una manera distante, es decir, sin vivir o sentir sus ideas.
La diferencia entre la Ciencia y la Filosofía son dos, una el método.
Éste, por si solo, ya es irrevasable. El empirismo es lo inconcebible y la antinomia de la Filosofía, y la ciencia, aun en sus campos más teóricos, trabajan con estudios menores del campo empírico,
y dos, el carácter y el talante. El científico ve el experimento y ve el mundo como se descubre e inclina hacia la verdad que éste propone, pero ¿y el filosofo?, ¿esto que decido es una verdad genérica o no es más que un pensamiento propio y mio?
Pues no, Filósofo, ni una cosa ni otra, es una verdad genérica en cuanto a que es un pensamiento compartido.
Realmente seguridad en su mente y pensamiento tuvieron que tener aquellos que, sin la supuesta ayuda divina, pensaron haber llegado al funcionamiento ontológico propio de las personas.
Somos no más que otros, y estas inquietudes que tengo y me persiguen, están, las mismas dentro de otras mentes, y si las explico y las convezco, en ningún momento están la verdad en ellas, lo que hay es una similitud e igualdad genérica entre la mente y las ideas de las personas.
Ni el tuyo ni el mio, llegan a lugares donde hoy mismo en algún otro lugar nadir haya llegado.
La verdad queda existente en las diferentes formas que el pensamiento humano toma.
Esa es la verdad, el numero de inquietudes y soluciones que compartimos y sobre las que trabajamos.
Y sino, ¿quieren hacer un estudio de un blog de opinión y filosofía y ver los motivos, causas, reflexiones y posturas que allí se dan?

Aquello, que es esto, que yo escribo, no es una verdad, sino una repetición de unos pensamientos genéricos que ya tuvisteis.

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