miércoles, 10 de febrero de 2016

LA COMUNICACIÓN (Cap. 25)




La corta fila de hormiguitas subiendo en una corta, rítmica y ordenada hilera, fueron llegando a la parte alta, al lugar del encuentro.
A Boris y Carolina les había costado un tiempo normalizar su contacto, fluidez en conversación, planes conjuntos y otras maniobras propias de la vida en grupo y en común. Pensaban que siendo dos les costaría menos hacer, traer y conseguir la comodidad de aquellos que allí venían.
Vieron llegar al primero. Su nombre era Xaqui, y aun tantos años pasados, pero sin el contacto cotidiano ni mensual ni anual con ninguna otra persona, mantenía el meloso acento Argentino. Se plantó ante ellos. Ansiedad, descolocación, ausencia, espera, no podía abrir la boca para hablar con otra persona.
- En la lista dice que Usted es Xaqui – le preguntó Carolina-
Trató, firmemente de contestar, pero tal era el impacto de estar con humanos, de nuevo, que apenas balbuceaba los intentos, hasta que lo consiguió.
- Sí – contesto temblando de emoción a la vez que sonreía tras darse cuenta que aquello era una realidad.
Temblando, pero con los ojos vivos, se puso al lado de ellos, a la espera de los demás siete compañeros.
Los seis siguientes no dieron manifestación de apenas ninguna emoción. Estaban totalmente inducidos y enajenados. Sus mentes no pudieron aguantar las circunstancias y explotaron en una inconsciencia y servidumbre total. Los ojos vacíos, la mirada perdidas, los movimientos secos. Se presentaron con facilidad y fueron esperándose unos a los otros. La décima era una mujer y también tenía vida en la cara. Valiente, puesto que más que sorprendida se la vio interesada, exploradora y conclusiva. Tuvo los mismos problemas para hablar y a pesar de sus particularidades, también se la notaba sorprendida, emocionada e impactada. Era Alemana, Fryda. Todos, en 260 años, dominaban suficientes idiomas para comunicarse correctamente en todo el planeta.
- Hola, mi nombre es Boris y el suyo Carolina, y ¿el tuyo?
Los individuos con sus mentes vacías, no tuvieron dificultad alguna para presentarse y al momento comenzaron a recorrerse de arriba a abajo el observatorio para conocerlo y poder empezar a trabajar rápido. Debían de seguir el plan de trabajo de Boris, pero pensando en la complicidad de todo el equipo le había dado unas características que ahora debía de modificar.
- Boris, me parece que los únicos dos que están en capacidad de desarrollar el orden y desarrollo correcto con argumentos creativos son Xaqui y Fryda- ellos sabían que les estaban escuchando, pero ya hablaban dentro de su teatro constantemente.
- Sí, Carolina, perece ser que las situaciones han traído la enajenación mental de los otros seis. Serán puros obreros a nuestras ordenes. Espero que así lo entiendan también los visitantes – miro, inconscientemente hacia el techo, esperando alguna reacción lejana pero próxima y dominante a raíz de su comentario-
Les fueron enseñando sus instalaciones, tanto de estudio, como de mantenimiento, así como todo el sistema tecnológico. Tanto a Xaqui como a Fryda les estaba pasando lo mismo que a Boris y a Carolina, es decir, iban superando el impacto primero y la alegría de la compañía se hacia patente cada hora. Impactantes las primeras horas y días. No se había vuelto locos o enajenados ninguno de los cuatros por su gran dureza y resistencia mental
- ¿Nos habrán elegido a todos por ello? - preguntó Carolina.
- Yo creo que sí, y además, se ha visto que hasta ellos, vosotros, pueden equivocarse, seis no han podido aguantarlo. Seremos inferiores tecnológicamente pero igual os podríamos enseñar algo - poco a poco iban refiriéndose directamente a ellos.
- Es decir, que no se puede contar para nada con los otros seis.
- Sí, para realizar asuntos y labores mecánicas y que nosotros les mandemos para realizar el proyecto de estructuración.
A las tarde, tras acostarse lo demás, los cuatro elegidos supervivientes se quedaron solos en la sala principal. Hablaban y hablaban y así estuvieron sin sacar ninguna idea clara ni ecuánime durante una semana al menos. El desajuste por el encuentro era máximo, sus funciones cognitivas alteradas, su perdida de la realidad momentánea también, se fueron calmando pero su vida había dado una vuelta muy amplia como para enfilarla pronto.
Pasados unos días, la puesta en común de los proyectos comenzó.
Aquella misma primera tarde de trabajo en equipo para la creación de estructuras y protocolos, Carolina, invito a Fryda a dar un corto paseo de relax. Se fueron contando sus propias vidas en aquellos dos siglos hasta entrar bajo la sombra de la privacidad de la antena parabólica. Carolina le explicó el por qué de aquel lugar y le dijo el poco tiempo que debían pasar allí abajo, con lo que la comunicación de la información sería lenta.
- Fryda, los podemos echar
Tembló y tuvo que apoyarse para no caerse
- ¡cómo, cómo!
- ¿Sabéis el objetivo de las burbujas?
Tenían prácticamente la misma información. Eran mentes abiertas y lúcidas que habían investigado y llegado a las mismas conclusiones desde la distancia.
Impactada salió del paraguas mientras y siguiendo la mentira que Fryda como Xaqui deberán empezar a dominar, comenzaron a hablar de la maravilla de mundo, lleno de felicidad que les habían montado.
Xaqui se desmayó y lo tuvo que sacar Boris, hasta llevarlo al sillón de la sala.
- ¡Qué me has dicho!
- Te estaba hablando del número total de habitantes que pueden acoger aquellas burbujas y calculando el numero total para almacenamiento allí.
- No, no, Boris – los ojos de Xaqui daban tristeza y pena, por un momento pensó en que sabían como tirarlos - ¿sólo eso?
- Sí.
Algo mas, discretamente, lloro, hasta que volvió a su buen grado de colaboración y validez.
Ya verían como se lo dirían a Xaqui, pero ahora, y tras el accidente ocurrido abajo de la antena, no seguirían con la comunicación de los planes finales hasta dentro de varios días. Iban a trabajar los planes de los invasores y darse la esperanza de la compañía humana.
En la máxima tranquilidad de trabajo, mientras preparaban todos los elementos y partes alimenticias para la población, lo voz surgió de la nada.
- Dentro de 26 días todo tendrá que estar terminado y comenzaremos el traslado y la asociación.
Tal y como empezó, acabo.

Esa misma noche comenzaron a trabajar y esa mismo día por la mañana, le comunicaría la verdad a Xaqui, allá, bajo la sombra de la antena.

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