Y trato de buscar un punto objetivo a
partir del cual fijar mis pensamientos y partir, entonces, mi camino.
Aquí me encuentro con una enorme
dificultad, casi imposible, de no estar sujeto a elementos variables.
Lo objetivo si que existe.
Lo subjetivo es lo propio del ser
humano.
El problema está servido.
Y aquel era yo, sin casi salario, con
un pobre trabajo, el cual me permitía comer y poco más. Mi
pensamiento sobre todos aquellos que tenían dinero era claro,
nítido, concreto. Aquello es una injusticia, justificable como tal
de todas formas y maneras.
Qué si el reparto ha de existir por
naturaleza.
Qué si todos las personas debemos de
partir del mismo punto en el camino de la realización.
Qué cualquier sistema debe de
mantener las igualdades sociales.
Qué aquellos manejan mucho dinero
jamás llegarán a apreciarlo.
Así, estas y otras cuestiones y
conclusiones similares.
Hasta aquel día que encontré un
nuevo trabajo, el cual, traía mucho dinero a mis bolsillos. Podía
salir a cenar, comprarme un coche, ropa y siempre dinero encima para
las pequeñeces que quisiera cursarme. El mundo cambió y me dije
Qué hay que trabajar más y el
salario no es injusto.
Qué cada uno está donde la vida le
ha llevado por su trabajo.
Qué los gastos superfluos no te
corrompen.
Qué lo heredado es una forma que tu
familia te paga.
Qué se dejen de envidias y otras
acciones como estas.
Es un cambio total y real en la manera
de entender la realidad objetiva según son las circunstancias. Lo
visto con normalidad por unos, es un escándalo para los otros.
Esto es un claro e ilustrativo
ejemplo.
Yo no estoy ni en un caso ni en el
otro y en toda mi vida no he tenido ni mucho ni poco.
Ahora bien, si que he sentido como mis
pensamientos primeros han cambiado en función de las circunstancias
constitutivas de la vida.
En ocasiones tengo algún pensamiento
o reacción consciente, de los cuales cuando me paro y los observo,
veo que tienen muy poca, en ocasiones contraria, postura que mantenía
unos años atrás.
¿Será la edad la que hace que
maduren tus pensamientos?. Sí, pero además, también serán las
circunstancias, para mi mal.
Hay que tener una gran fortaleza
mental para evitar que la corriente social no te arrastre y configure
tu persona introduciéndote en diferentes campos de acción,
costumbres o modos de actuar.
Y fue, en aquel momento, cuando dije
aquella frase, cuando me di cuenta que aquello, sentido, se alejaba
bastante de lo pensado, también es cierto, hace años. Pero eso
pensado ya hace muchos años, era definitorio de mi persona.
Perdido me encuentro en la solución
de esta problemática.
¿Maduro hacia conclusiones más
correctas?
¿Me abandono en la comodidad de la
aceptación de lo que hay?
¿He perdido el valor?
¿He conseguido la consciencia?
Me es una temática interesante ver la
evolución mental a la que estamos sujetos.
“Bueno, sí, cuando eres joven sí”
- me dijo aquel, y yo pensé lo poco que observaba este hombre a la
gente de mediana edad.
Quiero huir de esta conclusión.
Quiero creer en nuestra capacidad de
mantener nuestros principios e ideas sea cual fuere el plano en el
que las incline.
Pero siento en bastantes ocasiones que
no es así.
Nuestro propio egoísmo natural,
innato, te puede llevar a conclusiones que jamás pensabas tenerlas.
Sí, es cierto que el paso de la
juventud a la madurez, esto es potencial, pero no nos equivoquemos y
seamos conscientes que el cambio siempre nos va a perseguir.
Hagamos reflexiones,que después nos
ayuden a tomar decisiones en un mismo camino y no cambiar de acera
cada vez que así nos convenga.