Asustado
me levante, no por el sueño que tuve, sino por donde había estado.
Recordaba
claramente a todo aquel que había participado y veía con claridad
hasta el último lugar en el que la acción se desarrollo, pero en mi
vida, ¡jamas había estado allí, ni conocía a ninguno!,
-
Sí, claro es un sueño – me dijo aquel.
-
Pues, no, no está tan claro.
Cuando
comenzó la consciencia dentro de este sueño, me encontraba dentro
de una sala. Aquella persona de la primera sala, que veo su imagen
con insultante claridad, me dijo, mientras giraba la cabeza que yo no
podía estar allí pues no había formado el grupo con ellos. Era una
mujer relativamente joven, morena y con los ojos grandes. Miré a mi
al rededor y había varios sentándose, formando el cuadrado de la
habitación para empezar el debate. Con claridad total y absoluta.
Ahora, es por la noche, ha pasado más de doce horas y la claridad
permanece. Fue una experiencia sentida cono absolutamente real.
Y
¿cómo había llegado esa construcción nítida, clara y completa.
Si jamás había existido en mi mente. ¿Era un acto de imaginación?,
no, yo no estaba ni pensaba en ningún momento.
Tras
decirme esto, la joven mujer, salí de aquella sala y me encontré en
un pasillo. Real, ni largo, ni corto, y entré el la primera sala,
buscando la conversación. En esta vi, como lo podía ver ahora, con
la puerta entre abierta, un hombre de piel negra y pelo rizado,
diciéndome que me callara, poniéndose los dedos en los labios ,
tras esto cerré la puerta y salí.
Me
encontraba en un mundo real en que yo me movía y que no tenia nada
que ver con nada de todo aquello que yo conociera.
-
¿De donde habrá salido aquel mundo?, no es una repetición del que
ya conocía, era totalmente nuevo.
Al
no dejarme entrar en esa segunda volví sobre mis pasos y salí al
jardín exterior. Una pequeño toldo en la salida y bajo el, una mesa
redonda donde situé, el ordenador portátil que ya llevaba desde la
primera habitación y me situé allí dispuesto a escribir, esperando
que algo me pasara...no recuerdo nada más, pero eso sí y con toda
claridad.
-
Pero ¡Qué tonterías te preguntas!
-
Vale y yo te digo ¿quien construye ese mundo que no conocía?,
¿hasta donde podrá llegar?, ¿a quien me podré encontrar?
Entonces
te viene aquel que lo sabe todo y te engloba todo este asunto a
hablar de la construcción del tripartito formador de la persona y
del subconsciente que nos mueve y no lo sentimos, que manda y actúa
sobre nuestra persona siendo corregido no más con nuestra
consciencia o siendo solo más débil que nuestro impulso instintivo.
-
No, no – estaba en un mundo que no era el que yo conocía.
Es
decir, he sentido que nuestra mente tiene la capacidad de crear
absolutas realidades paralelas e inexistentes en la realidad, en el
mundo de nuestra vigilia, que ademas no necesita ser una copia de
nada a lo que ya conocemos.
-
¿Te apuro más?
-
Venga, sigue soñando .- me dijo con ironía.
-
Trabaja con las paredes que ya conoces, con las puertas que sabe que
existe, con los pasillos que ha vivido, con las melenas, con los
ojos, pero crea un mundo nuevo.
Lo
que más me llamo la atención es la existencia de una historia
existente allá donde está el sueño. Es decir, no es el sujeto
quien crea en su avance, sino que la realidad, del sueño, ya estaba
allí cuando abrí la puerta.
La
sensación de realidad que sentí fue realmente impactante.
No
es un escrito místico.
No
es un canto al misterio.
Son
unos apuntes científicos en los cuales me pregunto qué elementos y
factores producen esta realidad que funciona y trabaja sin la
intervención de la realidad y la consciencia.
El
estudio de la capacidad de soñar y sus características es un tema
abandonado, ante la sensación de irrealidad e inocencia de ellos.
Ahora,
el nivel de independencia de tu realidad y la realidad que coge ésta,
tanto en su constitución como en su desarrollo es un asunto para
investigar.
¿Hasta
donde podrá llegar este mundo nuevo que yo me creé?
¿Qué
leyes tiene de funcionamiento?
¿Qué
característica definitoria tiene del propio ser humano?
¿Qué
importancia tiene en nuestras vidas?
-
Estabas soñando Andrés.
-
Ya lo sé, Pedro, pero eres tú el que da clasificación despectiva o
contingente a este hecho cuando no lo tienen por qué tener en el
estudio de la persona.
Puede
que este mundo que nos parece tan, digamos inútil, pudiera ser
parte de constitutiva de nuestra persona.,
Me
levanté pensando en la posibilidad de crear este mundo propio en el
cual viviera y viviese allá donde y como yo quisiera.
Como
veis, impresionado me he levando.
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