Escondido
en la parte mas oscura del observatorio, contemplaba, con los ojos
dilatados la pantalla, ancha, alta, grande y con antireflectante
que permitían su visión durante largas horas. No había cerrado su
boca en un plazo, muy largo de tiempo y los labios estaban muy secos
ya. El ordenador utilizaba el programa y leía el mensaje escrito, en
voz alta y en un perfecto Español. En el mensaje no había ningún
giro lingüístico ni uso particularizado, y no era difícil leerlo o
interpretarlo para la máquina.
Nunca
dejes de esperar nada, nunca deseches cualquier acontecimiento,
siempre baraja todas las posibilidades – recordaba estas palabras
en el trascurso de sus primeras investigaciones.
Ellos,
los venidos de aquella lejana estrellas, aquellos que aparecieron y
se quedaron, los que creíamos como traedores de buenas experiencias
y noticias, aquella otra civilización que pensábamos que había
venido con el afán del conocimiento propio, no fueron esas sus
intenciones, pues había venido a utilizarnos como cebadores para su
propio desarrollo y habían elegido a Boris como intermediario entre
unos y otros.
Allí
estaba escuchando otra vez el mensaje.
No
sabía que hacer, pues dudaba en asumir la ignorancia y caer en la
perdición colectiva, tirarse por el balcón más alto del
observatorio o dirigir y ordenar al mundo hacia su esclavitud.
La
vida podrá continuar, incluso casi todas las actividades propias del
ser humano, pero su libertad quedará esfumada y la nada llegará en
su lugar.
Carmen
llamó y abrió la puerta, Boris movió la cabeza, cerró la boca y
trató de disimular su ensimismamiento.
-
Han vuelto a llamar los dirigentes de las UNO, del grupo dirigente de
los 15. Mucho tiempo de tranquilidad. Las cosas comienzan a
normalizarse, la calma y el orden estaba volviendo al mundo , pero
los de los 15 no se confían todavía, ni de ellos entre si ni de
nada que les rodee. Aquel punto álgido de convivencia de algunos
años atrás, tardaremos en alcanzarlo. Pero tú Boris eres el único
que no va en transito de tranquilizarte, sino, al revés. Delgado,
alterado, ¿qué te pasa, compañero?, cuéntemelo – se acercó
Carmen a él y cogiéndole por el mentón le levanto la mirada hacia
sus ojos. En pocas semanas los papeles habían cambiado. Ahora era
Carmen la que parecíase tener la seguridad sobre los acontecimientos
y Boris el que expresaba las dudas.
Carmen
tenía una mirada realmente bella. Las pupilas oscuras y los ojos
perfilados, templanza, tranquilidad, firmeza, dulzura de la quietud,
se acercó mucho hacia él y con cariño le volvió a preguntar.
-
Sé que algo más hay, sé que algo me estás escondiendo al mundo
entero y a mi, pero Boris, sabes lo que te digo, que confío tanto en
ti que apoyo cada una de tus decisiones. Mis palabras van dirigidas
hacia tu persona en la brusquedad de tu tranquilidad. Mi curiosidad
es nula, pues sé que el destino, con los visitantes, ya se nos ha
ido de las manos. Pocos saben todos los datos y pocos de los que lo
sabemos, tenemos conciencia de la situación, real.
Se
acercó más, le besó en la mejilla y le dejó un café caliente que
le había subido. Por supuesto que Carmen estaba al tanto de todos
los movimientos.
Y
esta se fue y Boris presiono de nuevo la tecla de la traducción.
Los
visitantes decían , que aprovechando nuestra pequeña capacidad de
comprensión y utilizando términos que no se ajustan a la realidad
pero que son los mas comprensibles para nosotros, nos iban a tratar
como productores de CO2, necesario para el comportamiento y la
fluidez propia de su composición química. En su planeta no había
fuente de creación de éste y allí ya había consumido todo el
existente. Habían buscado por todas las galaxias, habían encontrado
varias lugares pero que tenían la dificultad de ser finitas y
agotables. Con nosotros habían encontrado la fuente de producción
inagotable se su elemento químico indispensable para su
funcionamiento orgánico. Tenían e iban a organizar el mundo, tal
que nuestra vida fuera normal, medianamente normal, pero sin un ápice
ni gramo de toma de decisiones ni organización. Ellos sabían que no
tendría ningún sentido hacer publico esta decisión pues no traería
más que una dilatación en el tiempo sus planes de realización y
necesitaban un ser humano, que tuviera un pleno contacto con ellos y
fuera capaz de transmitir la necesidad y urgencia de realizar sus
actos.
¿Y
quien debía ir con las cartas a las familias del los anuncios de la
condena de muerte de sus hijos?, él.
Podía
negarse, no mover ni su dedo meñique y sufrir las consecuencias de
la esclavitud y los grandes y primeros desordenes que iban a
producirse. Allí, en el punto más alto habitado de la isla, podía
dinamitar todo el sistema eléctrico, lavarse las manos y ser uno mas
del rebaño hacia el corral. Mejor sin dudas que ser una oveja más
que indique el camino que hay que seguir hasta sus establos.
Allí
tenia, delante suyo en la pantalla, un informe de 100 paginas en el
cual se puntualizaban los ordenas en la comunicación a las
diferentes autoridades, los contenidos de ellas, las maneras a
utilizar, la temporalizaciones y demás elementos propios de la
gestión del asunto como tal y en la segunda parte del informe,
describía las acciones físicas y de nuevo orden que se iban a
realizar.
La
libertad iba a desaparecer.
Es
más, nos alimentaran y nos mantendrán los elementos de diversión
colectiva.
Pero
no querían ni un avance más en el plano intelectual ni técnico ni
científico.
Iban
a estancar la evolución cultural del ser humano y anulando todos los
conocimientos anteriores, en todos los formatos y prohibiendo su
trasmisión oral, retrocederíamos hasta nuestro elementos grupal más
primitivos y sabríamos hacer mas que divertirnos, alimentarnos,
reproducirnos y producir CO2.
Boris,
pensaba, pensaba, pensaba y si podía, en un futuro hacer algo,
sería, sin duda, más efectivo en el contacto directo.
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