jueves, 19 de noviembre de 2015

LA COMUNICACION (Cap. 13)



Boris había nacido en una pequeña ciudad, cerca de Suiza en la antigua Austria. Hijo de un pastor protestante que daba clases de matemáticas en el instituto del sur. Se educación había sido bastante estricta y exigente, lo cual le había hecho ser un hombre de fuerte carácter, sobriedad y control. Eran cinco hermanos, tres mujeres y dos hombres, y su madre había dejado el trabajo pronto para cuidarlos. El era el pequeño, y realmente sus padres lo concibieron algo ya mayores, con 55 años el y 49 ella. Tenían una vida suficiente, pero, algo parca  él, como pequeño, con hermanos de 20 años de diferencia, aprendió a crecer en silencio  discreto. Pronto fue, cuando eligió la rama de ciencias. Sacaba buenas notas en el instituto, y en la universidad, pronto fue conocido por ellas. Sus conocimientos y trabajos en la rama de Astronomía pronto fueron espectaculares. Al  nombrado doctor, se le ofreció, realizar una beca e el observatorio de Tenerife, del cual ya no se iría nunca mas, y vería, desde la distancia, la muerte de sus padres. Sí, tenía una relación buena con sus hermanos pero apenas se habían visto en muchos años y mas bien, visitas de ellos a la joya de la isla de Tenerife
Carmen y su educación no tuvieron nada que ver con la de Boris. En su casa, Patricia, su madre, casada con Andrés, conseguía que, fuera siempre reino la alegría y felicidad. La vida de la isla la llevaba en su sangre su madre y habían , entre Andrés, venido de la península y ella, construido una casa realmente acogedora. Era hija única y su madre era profesora de música. Estuvo llorando mucho tiempo su muerte y se paso bastante tiempo, también consolando a su padre, Andrés. Les dejó en herencia lo mejor, un recuerdo lleno de felicidad y alegría.
Aquel día en el que los coches subían como orugas por el camino hacia el observatorio, Carmen permaneció todo el día en su habitación y ahora estaba mirando por la ventana la venida de los dirigentes. Sus ojos miraban con pena la subida de los vehículos por debajo, siempre del horizonte le las esferas gelatinosas. Nadie sabia ni que forma tenia estos invasores venidos. Sólo había comunicación a través de una voz decodificada en la computadora. Se apartó de la ventana y se tumbó, de nuevo en la cama.
Uno a uno, en fila, rápidamente, fueron entando los dirigentes hacia a sala de conferencias, elegida por Boris para explicarles las circunstancias. El grupo de los 15, estaba formado por 9 mujeres y 6 hombres. Las mujeres eran mayoría en la dirección ya entrado el siglo XXII, en las formas organizativas del planeta. Los representantes, eran votados por los dirigentes de las diferentes organizaciones geopolíticas. Las culturas propias se habían potenciado muchísimo, pero en el campo administrativo, la simpleza y practicidad a nivel mundial era máxima.
Los tenía a todos sentados allá, en el auditorio, en frente suyo y el motón de folios con las peticiones, condiciones y exigencias de los invasores
El hastío y aburrimiento se dibujaba en las caras de todos aquellos representantes.
Las esferas habían sido ya asumidas como un elemento de investigación.
Las trayectorias y funcionamiento de los sistemas comunicativos habían sido normalizados estableciendo otros caminos y características.
La normalidad y la necesidad de la vuelta a ella en el curso y plano administrativo que tanto había costado encontrar en los tiempos anteriores, estaba en buen camino.
No tenían ningún interés en más datos científicos sobre las extrañezas cosmológicas, como entonces comenzaron a llamarse.
Les tenía allí en frente, sentados en el pequeño auditorio, esperando sus comentarios y comunicaciones. Sólo les faltaba un café, para parecer el relax de una plaza en verano. No sabían en que estado iban a salir de allí.
- Respetados señores, ha recibido un informe sobre los visitantes y lo que quieren que hagamos – esta expresión cambio la cara -¿quieren que hagamos ?- de los oyentes, y aquí comenzó a dar datos, planes y exigencia.
Las expresiones y posiciones comenzaron a cambiar, las risas surgieron en algunos, mientras otros se ponían de pie, con cara de asustados y dirigiéndose hacia la mesa de Boris.
Una de las dos representantes del continente americano del sur, la Brasileña (…), fue la primera en comenzar en cortar el discurso.
- Pero ¿Usted cree que nos vamos a creer sus palabras?, díganos, ¿esto es una broma?, ¿qué pretende¿, ¿ha revisado estos datos? - giró hacia los demás- señores, habrá que traer un nuevo equipo de investigación.
La otra representante del continente suramericano, la Argentina Monica, preguntó también
- Y ¿en el caso de ser correcto?, ¿qué esperan que hagamos?
- No lo sé, sólo me dijeron lo que ellos querían hacer y que querían toda nuestra disposición.
Una de los dos representantes del continente Europeo, el Español, Alberto Garcia Garcia dijo
- Imagino que habrá contestado de la imposibilidad y la negación a realizar ningún acto y menos impuestos por ellos ¿no?
- No señor Garcia, su potencial tecnológico es impresionante y no sé las consecuencias de la negativa. Debía de consultarlas con ustedes.
El Australiano (…..), comenzó a reír en voz alta
- Pues mire, tiene mi autorización para decirles que no y también para decirles que vayan poniendo en marcha sus maquinitas. Boris ¿así se llama no? - Boris asintió- hemos perfeccionado, calculando acciones como estas, ven bien hicimos -les dijo mirando a todos los demás y sonriendo, investigar  chhh qdv  armamento capaz de traspasar cualquier tipo de superficie. Es un desintegrador total de cualquier unión nuclear posible. Dígales que se vayan y pronto.
- No se como comunicarme con ellos, espero que pronto me digan la manera, déjeme que le añada, que ellos no funcionan con ese tipo de unión nuclear – cambió su tono, el representante, y le dijo
- Es lo mismo, que se vayan, ya hemos aguantado bastante.
- Señores, señores, cálmense, dijo el segundo representante Europeo, el Alemán (….), debemos estudiar más a fondo la situación y ver las consecuencias y modos de actuar. Se puede tratar de proponer un cambio de materiales, Oxigeno por dióxido de carbono, a los dos nos favorece ¿no?
- Señor (…), en las condiciones solo hablan de una serie de acciones que hemos de realizar.
Bien, Boris, salga de la sala, deje los informes y vuelva esta tarde, dijo uno de los dos representantes Asiáticos, el Vietnamita (…)
Boris salió, ellos comenzaron a leer los informes, y la incredulidad y descolocación se hizo totalmente reinante en la sala. Los nervios, irritación, comentarios violentos se adueñaron del local.
- Por favor señores, vayamos a leerlo con algo de calma primero, puede haber sido mal interpretado, dijo el representante Africano, el Congoleño (….).
Y todos en silencio, comenzaron a leer.

(Primera copia)

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